El Museo del Belén, enclavado en la ermita de San Roque en el cerro de Altamira del barrio de San Pedro, ha multiplicado por siete durante la pasada Navidad el número de visitantes. “En pocos días, a pesar de la situación de pandemia, hemos contabilizado unas setecientas visitas, lo que es un logro, por el lugar donde se emplaza nuestro museo”, afirmaba en declaraciones a LA OPINIÓN el presidente de los Belenistas, Manuel Sevilla Miñarro.

             Y es que para llegar a la sede de los Belenistas hay que realizar un recorrido serpenteando calles no solo del recinto histórico, sino también del barrio de San Pedro. Un itinerario plagado de escaleras para llegar a lo más alto del cerro, aunque también cuenta con un acceso en vehículo y peatonal con abundancia de cuestas, pero sin barreras arquitectónicas.

             En el que fuera único templo de tradición mudéjar conservado en la ciudad se muestran algunas de las maquetas más espectaculares que los Belenistas han realizado desde sus inicios en la Navidad de 1998 para el belén monumental municipal. El espacio parece creado expresamente para las escenografías con grandes maquetas hebreas y costumbristas y con recreaciones de los principales monumentos de la ciudad, como la colegial de San Patricio, de la que destaca su imponente fachada; la Casa del Coronel Potousse, en la Plaza de España; la fuente de la Alameda de la Constitución; o las Salas Capitulares de San Patricio.

             Pero también se muestran singulares monumentos de la época de Jesús. El Palacio de Herodes, que fue construido entre el año 37 y 4 antes de Cristo, con tres grandes torres, las de Phassael, Hipicus y Mariamme, los nombres del hermano, el mejor amigo y la esposa de este; y los antiguos templos de Petra, excavados en la roca de la ciudad jordana.

             El espacio está repleto de construcciones que han protagonizado los nacimientos de los últimos años. En vitrinas se muestran quince misterios del Nacimiento del Señor del escultor Ramón Cuenca Santo. En ellas, se puede contemplar la evolución estilística desde 1999 hasta 2008 con un dominio del modelado de la arcilla policromada y estofada que lo sitúan en un relevante lugar dentro del belenismo contemporáneo.

Incrementar la colección

Sin embargo, no hay espacio para más, por lo que los Belenistas han reclamado que se amplíe la ermita para permitir incrementar la colección. “El espacio, como se puede contemplar, está aprovechado al máximo. No hay posibilidad de exponer nuevas piezas, por lo que es necesario recrecer la ermita”, apuntaba Miñarro.

             Lo planteó en la inauguración del Belén monumental municipal y lo reiteró durante la entrega de las distinciones anuales de la asociación. En ambas ocasiones argumentaba que existía un solar en la parte trasera donde se podría construir una ampliación del Museo del Belén. “La inversión ya se realizó, por lo que ahora únicamente lo que habría que hacer es un habitáculo que se sumaría a la nave central de la ermita”.

             Ese nuevo espacio posibilitaría incorporar nuevas piezas al Museo del Belén y maquetas que se guardan en distintos almacenes de los Belenistas sin poder ser mostradas al público. Pero hay quienes piensan que incluso esa ampliación podría ser insuficiente para el volumen de recreaciones con que cuenta la asociación que está cercana a cumplir el veinticinco aniversario de su fundación. Quizás la efemérides sería un buen momento para inaugurar esa ampliación de la ermita de San Roque u otro espacio más acorde, entre los que en alguna ocasión se ha barajado la ruinosa iglesia de San Juan.

             El templo desacralizado, pendiente de restauración, podría convertirse no solo en un espacio expositivo permanente, sino contar con sala de exposiciones temporales, de conferencias, reuniones y talleres que precisa la organización. El flujo de visitantes se sumaría al que pretende generar el Museo Medieval, CiuFront, de la Federación San Clemente que muy pronto abrirá sus puertas en la también desacralizada antigua iglesia de Santa María la Mayor, lo que lograría el resurgir tan buscado de los Barrios Altos.