El Museo Arqueológico Municipal nos sorprende esta Navidad en su sala de religioso con un curioso belén. Las esculturas que lo integran y que se pueden contemplar en una de sus vitrinas son de madera de olivo del Huerto de Getsemaní de Jerusalén. Podrán contemplarse únicamente durante estos días, ya que se trata de una cesión temporal del Monasterio de Santa Ana y Santa María Magdalena de clarisas que las recibieron hace años de manos de uno de los custodios del Huerto de los Olivos, donde Jesús oró la última noche antes de ser arrestado.

Las visitas no han cesado en los últimos días para contemplar las esculturas de la Virgen María, San José, el Niño Jesús, un ángel, los Reyes Magos, pastores, ovejas y los camellos. Las casi una veintena de tallas muestran sus vetas enrevesadas que les confieren una gran belleza.

Manuel Sevilla y Francisco Morales contemplan una de las maquetas del Museo del Belén de San Roque. PILAR WALS

Este nacimiento está integrado en la Ruta de los belenes que suma hasta una docena de maquetas repartidas por toda la ciudad. Callejeando por el casco antiguo, por la Lorca monumental, se llega hasta el barrio de San Pedro. En el interior de la ermita de San Roque está el Museo del Belén. Allí, se exponen las mejores escenografías de la historia de la Asociación Belenista de Lorca. Maquetas hebreas y costumbristas, con los principales edificios artísticos de Lorca y los singulares monumentos de la época de Jesús.

La pequeña ermita parece hecha a conciencia para representar las distintas escenas de la Natividad. Más de trescientas figuras atesora. Algunas, realizadas por el escultor Ramón Cuenca Santo. El templo es el único de tradición mudéjar conservado en la ciudad, en la cima del cerro de Altamira y con unas espectaculares vistas del casco antiguo y del Castillo.

Eduardo Montesinos, Diego José Mateos, Ramón Mateo y Nines Mazuecos en el Belén del Paso Blanco. PILAR WALS

De vuelta a la ciudad, en el Conjunto Monumental de Santo Domingo, en la Casa del Paso Blanco, se muestra un belén de 110 metros cuadrados y 400 piezas. El belén está plagado de pequeños detalles entre los que hay un guiño a los palmeros. En uno de sus mercados hay un pequeño puestecillo repleto de ‘Plátanos de La Palma’. Es el particular homenaje de los autores del nacimiento, Eduardo Montesinos Pérez-Chirinos, Juan Carrillo, José Guillén, Loli Pelegrín, Miguel Montiel, Claudio Montiel, Jesús Gallardo y Nuria Gallardo Chuecos.

Brotes del olivo de la Oración

Entre las curiosidades que muestra están los brotes del olivo del trono de la Oración en el Huerto. Representa la escena de Jesús orando en el Huerto de Getsemaní de Jerusalén. El conjunto reproduce la imagen de igual iconografía que aparece en el estandarte cuyo bordado dirigió entre 1915 y 1918 Emilio Felices Barnés, el primer misterio doloroso del Santo Rosario.

Las figuras que integran el belén pertenecen a la Fundación Santo Domingo tras la cesión realizada en 2019 por la familia Montesino Pérez-Chirinos. La colección se remonta a los años 40 y fue un homenaje de sus padres a una bebé de veinticinco días que falleció. Al año siguiente de su muerte montaron el belén y fue creciendo como lo hubiera hecho la niña, que se llamaba Carmen.

Manuel Sevilla, Rosana García e Ignacio Simón en el Belén del Parque Almenara. PILAR WALS

El recorrido por la Ruta de los belenes lleva, indiscutiblemente, al Palacio de Guevara para contemplar un monumento dentro de otro. Los visitantes antes de entrar se podrán dar cuenta de un curioso detalle. Y es que la puerta de acceso al patio desde el zaguán está visiblemente descentrada con respecto a la principal enmarcada por la portada. Inicialmente la portada fue otra, que se puede contemplar en la Casa de los Guevara, en la calle Juan II. En el escudo de armas aparece el yelmo que en la nueva es sustituido por la corona ducal.

La mansión de un hidalgo

El Palacio de Guevara fue mansión de un hidalgo, don Juan de Guevara, cuya imagen puede contemplarse en un cuadro de la escalera principal. La Asociación Belenista monta cada año el belén monumental municipal en su patio porticado. En esta ocasión presidido por dos espectaculares templos escalonados, recreados con las características propias del estilo artístico romano. Sobre una meseta de más de tres metros de altura, se recrea la construcción más llamativa inspirada en el panteón de Agripa, yerno del emperador Augusto bajo cuyo mandato nació Jesús.

Y el segundo edificio es prototipo de templo romano imperial, construido en honor del emperador Augusto y su familia en el 16 a. C. También se ha representado el Puerto de Magdala en el Mar de Galilea. En sus aguas se ha realizado la recreación arqueológica de la barca de Ginosar, descubierta en 1986 y que según todos los estudios podría ser la barca de Zebedeo, padre de Santiago y San Juan desde la que Jesús en su vida adulta proclamara el evangelio.

El Monasterio de Santa Ana y Santa María Magdalena de clarisas brinda estos días una ocasión única para contemplar una magnífica talla de Salzillo. En la cueva del belén de las monjas se puede contemplar una imagen del Niño Jesús que integraba un conjunto escultórico del que únicamente quedó él. Desde entonces, la imagen es conocida en el convento como el ‘Huérfano’.

Belén monumental municipal en el patio porticado del Palacio de Guevara. PILAR WALS

Homenaje a San Francisco

Pero la gran maqueta tiene otros curiosos detalles como la recreación en miniatura de los dulces que elaboran las clarisas en su horno. Se destaca también la figura de San Francisco de Asís, fundador de la Orden Franciscana y de una segunda orden conocida como Hermanas Clarisas. A él, le debemos el primer belén que se montó para la conmemoración del nacimiento de Jesucristo en la Nochebuena de 1223, en una cueva próxima a la ermita de Greccio en Italia.

En otro convento, el de Santa María la Real de las Huertas, el nacimiento de Jesús también está representado. El belén se sitúa junto al altar mayor, en la capilla de los Condes de San Julián, donde en su cripta se esconde una de las joyas arquitectónicas de la ciudad, una lápida del escultor valenciano Mariano Benlliure que bajo el poético título ‘Soplo de vida’ representa a un ángel que apaga la lámpara de la vida.

El autor del belén de la Virgen de las Huertas es Ignacio Simón Sevilla que junto a un grupo de fieles y el párroco Miguel Ángel Alarcón Olivares han montado el nacimiento con un centenar de figuras de barro y lienzo y unas cincuenta de animales. Una cascada, un gran río, un macizo rocoso y todos los pasajes y escenas del belén están representados.

En el de las clarisas se ha recreado una panadería con los dulces que las monjas elaboran. PILAR WALS

Ignacio Simón Sevilla también se ha encargado del montaje del belén del Centro Comercial Parque Almenara, uno de los primeros en inaugurarse esta Navidad. Se muestra en un gran escaparate de una de las plazas más céntricas del centro comercial. Las parroquias de San Diego, Santiago y San José también están incluidas en la Ruta de los Belenes, como también el que han montado los jóvenes azules en el Museo Azul de la Semana Santa, Mass. En él, no han recreado únicamente el nacimiento de Jesús, sino que han integrado escenas de la Semana Santa lorquina.

Y en el barrio de La Viña, en su parque, la Asociación de Vecinos ha instalado un belén que también se puede visitar estos días y que recorrieron días pasados los integrantes de la Asociación Biciudad en uno de sus paseos clásicos para promover el uso de la bicicleta en cualquier actividad, también la de visitar los belenes.

Estos días es una buena excusa para recorrer la Ruta de los belenes junto a la familia, algo que hacen no solo los lorquinos, sino también muchos visitantes que llegan atraídos por la grandiosidad y monumentalidad de los nacimientos que se exhiben por todos los rincones. Y entre belén y belén se pueden recorrer callejuelas y plazas llenas de encanto y monumentos que tras el terremoto de mayo de 2011 no solo han recuperado su encanto de antaño, sino que han incorporado numerosos hallazgos a la espera de ser descubiertos por los visitantes.