Papá Noel ya está en la ciudad. Llegó este domingo en su trineo tirado por su reno favorito Rodolfo. Rodeándolo un grupo de traviesos elfos que no han parado de jugar con los más pequeños que esperaban ansiosos desde primeras horas de la tarde a que comenzase el Desfile de la Ilusión. Acertado el traslado de esta cabalgata que se ha convertido en una de las favoritos de los niños. Las calles del casco antiguo se quedaban pequeñas para acoger a tanto público y más en la situación de pandemia en que nos encontramos. “La avenida de Juan Carlos I permite guardar mucho mejor las distancias”, aseguró días pasado el edil de Festejos, José Ángel Ponce. Los asistentes, incluidos los más pequeños, han cubierto sus caras con mascarilla.

Entre diez mil y doce mil personas han presenciado el desfile que arrancaba en las inmediaciones del Palacete de Huerto Ruano. Su amplitud obligaba a que parte del montaje, en cuanto a personajes y bailarinas, se llevase a cabo en la calle de Floridablanca. Mientras, los vehículos y carrozas partían desde la rotonda del instituto Ramón Arcas Meca. Mucho antes de las seis de la tarde estaban prácticamente ocupadas todas las sillas que se han colocado para que los niños pudieran ver el desfile.

Abría el cortejo dos motocicletas de la Policía Local con sirenas que han hecho las delicias de los más pequeños que incluso intentaban fotografiarse con los agentes. Detrás, la banda de música del Paso Blanco y gigantescas mariposas y dragones de luz. Las ardillas Alvín, Teodor y Simón; Winnie Pooh; Elsa, Anna y Olaf; los integrantes de ‘La Patrulla Canina’, Chase, Marshall, Rocky, Rubble, Skye y Zuma; la Bella y la Bestia; y Buzz Lightyear y Jessie, han sido algunos de los personajes que han integrado el cortejo, junto a los Minions, Minnie, Micky y Goofy.

La Academia de Baile de María Teresa Lazareno ha aportado casi trescientas bailarinas. Las pequeñas iban perfectamente ataviadas y han realizado complejas coreografías durante todo el recorrido. El desfile lo ha cerrado el trineo de Papá Noel que ha desfilado de forma pausada para permitir que todos los pequeños que lo desearan pudieran acercarse hasta él para fotografiarse. Algunos aprovechaban para darle su carta con las peticiones que quieren que les traiga la próxima Nochebuena.

El desfile ha ganado vistosidad con el cambio de itinerario. Muchos han aplaudido la decisión que posibilita que más público pueda presenciarlo. Entre los espectadores muchos llegados de fuera de la ciudad y que han aprovechado la jornada para realizar compras en los comercios lorquinos.