El Teatro Guerra de Lorca acogerá el próximo lunes, 20 de diciembre, la presentación de la película El camino, un documental con ‘acento lorquino’ que trata sobre el drama de la inmigración, cuyo productor y director es José Manuel Colón, que dedica su trabajo a denunciar situaciones de injusticia que se registran en diferentes zonas africanas. 

Lorca será el primer municipio de la Región de Murcia donde se presentará, y uno de los protagonistas del filme es el sacerdote de la Diócesis de Cartagena, Kenneth Chukwuka Iloabuchi, actualmente párroco de las iglesias del Sagrado Corazón de Jesús de La Hoya y de Santa Gertrudis, en Tercia y Marchena, además de capellán en el Hospital Rafael Méndez.

La película, que posteriormente se difundirá a través de Netflix y Televisión Española, se podrá ver en la Ciudad el Sol en dos pases: a las 18 horas para los jóvenes y a las 20.30 horas para el resto de público.

La entrada será de 5 euros, cuyos fondos irán destinados a la construcción de un centro de formación para jóvenes en Nigeria.

El Ayuntamiento de Lorca, a través de la Concejalía de Cultura, ha puesto a disposición de los responsables de la proyección las instalaciones del Teatro Guerra para que puedan dar a conocer el trabajo.

Sinopsis del documental

El camino trata sobre los migrantes que llegan a España en pateras, de quienes los reciben, de los que se quedan en el trayecto y de quienes los recuerdan de una u otra forma. La película está rodada en países como Nigeria, Ghana, Mozambique y Uganda, en el desierto de El Sahara, Túnez, frontera con Libia y Marruecos, lo mismo que en zonas del mar Mediterráneo y países a los que llegan estas personas.

El documental narra la historia de tres personas que emprenden un viaje incierto desde sus países de origen, en África, hasta Europa, explicando cada uno de ellos los motivos que les llevaron a hacerlo. 

Los protagonistas comparten sus sueños a lo largo de la película, pero también los miedos y engaños que sufrieron durante el trayecto, mostrando el lado más humano de sus experiencias. Para Colón, es como «un modo de suscitar entre el público una mayor sensibilidad hacia las personas que se ven en la obligación de emigrar».

Casi tres años en llegar a España

Entre los testimonios de la película cobra fuerza el del padre Kenneth Chukwuka, que tardó dos años y ocho meses desde Nigeria hasta España atravesando el desierto donde vio morir a algunos de sus amigos y donde tuvo que beber de su propia orina o comprar la de otras personas para poder sobrevivir. 

Ante sus ojos murieron alrededor de un centenar de personas en aguas del Estrecho. En ese preciso momento fue cuando, mirando al cielo, prometió que, si salía de aquel infierno, el resto de su vida la dedicaría a Dios y a los demás, como está haciendo ahora, una vez alcanzado el sacerdocio y después de haber trabajado en la agricultura y en la construcción en zonas de Almería y Murcia durante los primeros años que pasó en territorio español.

Para José Manuel Colón, «son historias de quienes no son nadie o son ninguneados y nos traen reflexiones importantes que nos ayudan a ponernos en la piel del otro, superando prejuicios, miedos o desconfianzas hacia los demás».