Lorquinos y visitantes han cumplido con la tradición de subir al Castillo en el día del Patrón, San Clemente. Lo han hecho cientos de ellos. Muchos han tenido que aguardar largas colas -de hasta casi una hora- para adentrarse en la alcazaba que mostraba su patio de armas repleto de público que ha presenciado la Refriega y el acto de Capitulación.
La situación de pandemia no ha permitido que en el interior de la fortaleza hubiera mucho más de mil personas, por lo que cuando el aforo se alcanzaba se cerraba el paso, para volverse a abrir conforme salían los visitantes. La Torre del Espolón ha sido visitada por cientos de personas, pero quizás la que ha contado con mayor expectación ha sido la Alfonsina. La torre medieval, construida en el siglo XIII por orden del rey Alfonso X el Sabio, ha registrado un continuo tránsito de visitantes.
Distintas estancias
Su escalera, con 128 escalones que lleva hasta lo más alto de la torre, la han subido cientos de personas que han disfrutado de una magnífica vista panorámica de 360 grados. Los que la han recorrido han disfrutado de las distintas estancias, donde se muestra una exposición en torno al Rey Sabio. Su techumbre es impresionante, con ocho bóvedas de ladrillo esquifadas (formadas por la intersección de dos bóvedas de cañón). Y en la segunda planta se pueden contemplar las únicas y grandes ventanas de la torre con una vista excepcional del patio de armas.
Los lorquinos han cumplido con la tradición de subir hasta el Castillo andando desde la ciudad. Lo han hecho por el barrio de Santa María, San José y San Lázaro. A partir de ahí, por la carretera de circunvalación de la alcazaba que este martes estaba cerrada al tránsito de vehículos. Otros, han optado por hacer uso del tren turístico del parque temático ‘Lorca, Taller del tiempo’.
El Castillo cerrará pronto sus puertas, ya que esta tarde será la misa solemne en honor a San Clemente en la colegiata de San Patricio. A su término la imagen del Patrón será llevada en su trono hasta incorporarse al Desfile Parada de la Historia Medieval de Lorca. El cortejo, que ha visto reducido el número de figurantes a la mitad, transitará por la avenida de Juan Carlos I desde el Óvalo. Concluirá en la intersección con Musso Valiente. Desde allí, todos los personajes acompañarán al Patrón de vuelta a su sede religiosa.
