Las ciudades deben adaptar el territorio urbano al cambio climático y hacer más sostenibles todos los servicios, empezando por algo tan básico como el saneamiento de agua. Así lo sostienen desde Aguas de Lorca, empresa municipal que gestiona diez depuradoras repartidas entre las pedanías de la Ciudad del Sol.
La depuradora principal es la que se encuentra situada en la pedanía de La Hoya, que de enero a octubre de 2021 ha depurado más de tres millones de metros cúbicos de agua que se han destinado a la agricultura, un recurso muy valorado por los agricultores lorquinos, al ser esta una zona de estrés hídrico.
Reutilizar el agua para completar el círculo
En Aguas de Lorca tienen clara la importancia medioambiental de llevar a cabo una adecuada depuración y saneamiento de las aguas, una acción que repercute directamente sobre el entorno y la personas, evitando efectos negativos sobre el medio ambiente y sobre la salud.
«Estas aguas con contaminantes procedentes de la actividad humana, y si se vierten al medio natural provocan contaminación de los recursos hídricos, afectan de forma perjudicial a la fauna y la flora propia de la zona, incluso existe peligro de propagación de organismos patógenos o sustancias tóxicas, que pueden ser causantes de la transmisión de enfermedades», remarcan desde Aguas de Lorca.
Por todo ello, la empresa municipal defiende que, para preservar los recursos hídricos, cada vez más amenazados por el cambio climático, es fundamental apostar por la reutilización del agua depurada.
La importancia de NO TIRAR residuos al inodoro
Desechar residuos por el inodoro, como colillas, aceite, productos para el cuidado personal (toallitas higiénicas, pañales de bebés, bastoncillos de algodón, discos desmaquillantes, tampones, etc.), así como medicamentos, es un mal hábito con una costosa factura económica y medioambiental. Por ello, con motivo del Día Mundial del Saneamiento, desde Aguas de Lorca quieren recordar la importancia de no tirar residuos al inodoro.
Toallitas húmedas: siempre a la papelera
Las toallitas húmedas no son igual de biodegradables que el papel y tardan cerca de 600 años en desaparecer si llegan al entorno natural. Las fibras de las toallitas generan atascos en la maquinaria y en toda la red de tuberías, provocando averías y reduciendo la vida útil de los equipos. Antes de que las aguas residuales accedan con estos residuos a los sistemas de bombeo, decantadores o digestores de fangos, hay que apartar los restos de toallitas y otros materiales manualmente, tratarlos y llevarlos a un vertedero.
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Dirección: C. Príncipe Alfonso, 2, 30800 Lorca
Teléfono: 900 107 676
