Cuentan que los que visitan el Castillo al nacer la madrugada de San Juan han podido ver en una balsa encantada a una princesa mora. No es otra que la joven Halewa, hija del rey Abu Muhamad, enamorada del noble caballero Meruan, protagonista de numerosas hazañas con las tropas del rey Alfonso y del Cid. Quiso el destino separarlos después de que se juraran amor eterno. Camino del Cejo Meruan sufrió una emboscada. Viéndose morir se arrojó por el precipicio. La joven que llegaba oyó su último grito y le siguió. Desde entonces, vaga errante por el Castillo que permanece encantado en busca de su amado.

Esta es una de las leyendas que relatan los guías de la alcazaba que también recuerdan la historia de la Batalla de la Novia de Serón. La leyenda relata las heroicidades de un grupo de lorquinos que rescataron a una novia y que a cambio les entregó una preciosa joya de oro y pedrería y la cabezada de la mula en que cabalgaba en memoria del hecho de armas tan honroso. La histórica cabezada se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional. Del hecho histórico han dado cuenta Alonso de Vargas, Ginés Gálvez Borgoñoz y el Padre Morote, en sus obras escritas en los siglos XVII y XVIII, lo que pone de relieve la fama que tuvo este hecho épico que, según el investigador Joaquín Espín Rael, acaeció en 1478.

Alfonso X el Sabio también es recordado bajo la luz de las estrellas. Conquistó la ciudad de Lorca y la torre principal del Castillo lleva su nombre ‘Alfonsina’. Para muchos visitantes es toda una sorpresa conocer que el corazón y las entrañas del rey se encuentran en el presbiterio de la catedral de Murcia. El monarca pidió en vida que fueran depositados en el Monte Calvario en Tierra Santa. Sin embargo, nunca llegó a cumplirse su última voluntad. El cadáver del Rey recibió sepultura en la capilla real de la catedral de Sevilla donde también se encuentran los de sus padres, Fernando III el Santo y Beatriz de Suabia.