Han pasado ya casi diez meses desde la dimisión de Esther Clavero como alcaldesa de Molina de Segura, forzada por el PSOE tras conocerse su vacunación contra la covid fuera del protocolo establecido por el Ministerio de Sanidad. Su partido la suspendió de militancia y después le arrebató la secretaria general del municipio. «Mi error fue ponerme enferma», asegura. 

Siempre defendió que lo único que hizo fue seguir las indicaciones de su centro de salud; y la Justicia, que investigó su caso, no vio delito en su actuación. 

En todo este tiempo, el instructor de su expediente de expulsión del PSOE, que es el que tiene que velar por que el proceso se lleve a cabo con todas las garantías, aún no se ha puesto en contacto con ella. «Me siento en una indefensión absoluta porque nadie me contesta, ni a mí ni a mis abogados, que han enviado ya más de seis burofax», explica. 

Cabe suponer que, oficialmente, sigue formando parte del PSOE, ya que recibió la invitación del partido para acudir al 40º Congreso Federal y sigue pagando sus cuotas. «Pero no sé si sigo siendo militante. La Iglesia quitó el limbo, pero el Partido Socialista no», añade.

La exregidora no desiste y anuncia que va a seguir luchando por recuperar la secretaría general del PSOE molinense, de la que estuvo al frente nueve años. Defiende que el organismo que nombró a la gestora no era competente para hacerlo y que no podían apartarla sin que hubiera dimitido, sin que la echaran y sin que hubiera una condena contra ella de la justicia.

«El partido está por encima de los cuatro que me quieren echar», refiriéndose a aquellos compañeros que, al enterarse de su enfermedad, comenzaron a preparar su sucesión. «Preguntaban cuándo me iba a morir. Vieron una gota de sangre y atacaron», detalla. 

«Me cuesta creer que sean capaces de enquistar conflictos hasta este punto. Muchos me consideran secretaria general en el exilio y la sociedad está muy indignada con lo que han hecho conmigo, que gané las elecciones rozando la mayoría absoluta», comenta. Para Clavero, el PSOE «no va a conseguir nunca nada» sin las grandes ciudades como son Cartagena y Molina de Segura, por lo que llama a la reflexión a la actual cúpula del partido y a la que saldrá del proceso de primarias.

En estos momentos, la exdirigente socialista se encuentra trabajando en su tesis y dando clases, pero no pierde su interés en que en su caso «se haga justicia». Por lo que, «cuando esto pase», tomará decisiones que desea que no tengan que pasar por los tribunales. 

Ahora se encuentra fuerte, más aún tras conocer que acaba de pasar satisfactoriamente su última revisión oncológica: «El especialista me ha dicho que no hay ni rastro de nada».