El recién restaurado pórtico Barroco de la Basílica de la Vera Cruz, testigo mudo de la historia de los caravaqueños desde 1730, acogió el homenaje de la ciudad de Caravaca a las víctimas de la Covid-19. Aquellas personas que se marcharon en silencio y en muchas ocasiones sin poder ser despedidos por sus seres queridos, víctimas de un virus cruel que ha cambiado nuestras vidas.

En el acto estuvieron representantes de todas las instituciones, encabezadas por el alcalde de Caravaca, José Francisco García; el presidente del Ejecutivo, Fernando López Miras; el presidente de la Asamblea, Alberto Castillo y el delegado del Gobierno en la Región, José Vélez.

En recuerdo de las víctimas, tomó la palabra, Carmen García Sánchez, hija de Juan y Carmen, quienes perdían la vida con una diferencia de apenas unas horas, el pasado mes de febrero, como consecuencia del Coronavirus. La maldita pandemia se los llevó tras más de medio siglo de casados, pero en esta vida dejaron tanto amor, que fueron capaces de forjar una familia cargada de principios.

Por su parte, el regidor caravaqueño, José Francisco García incidió que «es obligado referirse a quienes han perdido la vida como consecuencia de la pandemia, porque más allá de lo que puedan expresar los trágicos números, cada una de las víctimas tenía nombre, una trayectoria vital, ilusiones, proyectos, amigos y sobre todo tenían una familia».

Otra de las partes del homenaje fue el reconocimiento a todas estas personas, junto a un olivo centenario. La nota musical la puso la sección de cuerda de la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia, que ofreció otras piezas musicales como ‘Las Cuatro Estaciones’ de Vivaldi o ‘Air de la Suite en Re Mayor de J.S Bach, siendo esta última la obra elegida para recordar a las víctimas de la pandemia. El concierto tuvo un broche final emotivo y preparado con especial ilusión y esperanza para esta ocasión, con la interpretación del Himno de Caravaca de la Cruz por parte del coro del conservatorio caravaqueño.