La participación en la 42 edición de los Juegos Deportivos del Guadalentín, las conocidas como ‘Olimpiadas lorquinas’, han sorprendido gratamente a propios y extraños. Después de un año en que no pudieron celebrarse y con unas previsiones pocos halagüeñas por las restricciones sanitarias con motivo de la covid-19, nadie hacía presagiar una participación que ha superado los 7.000 deportistas. Pero, además, muchos de ellos han sido personas que por primera vez se han acercado a la actividad deportiva llamados por la novedad de las iniciativas que planteaban los juegos deportivos.

Entre las casi 60 actividades deportivas se han incluido algunas tan curiosas como la posibilidad de hacer yoga en un escenario único, la explanada de El Calvario.

Este año se ha ‘jugado’ a coquetear con otras disciplinas fuera del deporte. Así, se propuso crear una simbiosis entre deporte, cultura y patrimonio. El resultado no pudo ser mejor, una exposición en la que deportistas minoritarios posaron para el fotógrafo Juan José Quiles en escenarios como el Salón Amarillo del Palacio de Guevara, el claustro del antiguo convento de La Merced, El Calvario, el arco de la calle Cava o el Porche de San Antonio. La inauguración también escogió un escenario único, la Plaza de España. Allí, la deportista de lanzamiento de peso y olímpica Úrsula Ruiz cedió el testigo de embajadora a otro ‘grande’ del deporte, José García Murcia. Este ha sabido llevar su título honorífico como nadie. García Murcia, Pepe, como todos le llaman en el mundo del deporte, ha estado presente en cuantas pruebas se han llevado a cabo. Igual animaba a los corredores de la Trail de montaña, que corría en la ‘Run for Parkinson’, o acudía a la inauguración de la exposición de fotografías de Quiles.

Pero los Juegos Deportivos del Guadalentín de este año han sido mucho más. El turismo también ha sido una disciplina presente a través de los deportistas de otros países que han participado. Ingleses, suizos, franceses… han acudido a Lorca para practicar deporte. Y asociaciones como la del Parkinson o la de atención temprana han recibido un plus económico para poder continuar con sus tratamientos.

Las pedanías también se han beneficiado. Ramonete, La Parroquia, Aguaderas, Zarzadilla de Totana, La Hoya y Almendricos han sido escenario de alguna de las iniciativas que se han celebrado en las últimas semanas.