El diestro Paco Ureña resultó cogido de gravedad en el mano a mano celebrado esta tarde en la plaza de toros de Abarán y que constituía un homenaje a su compañero de cartel, Rafael Rubio Rafaelillo, en el XXV aniversario de su alternativa. El lorquino presenta un pronóstico reservado y ha sido ingresado en la unidad de cuidados intensivos del hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia debido a una cogida cuando lidiaba al tercero de su lote en la plaza de toros de Abarán durante un homenaje a Rafael Rubio Rafaelillo, en el XXV aniversario de su alternativa.

Según ha informado el jefe médico de la plaza de toros de Murcia y de Abarán y coordinador regional de trasplantes, Ricardo Robles, el diestro presentó en la enfermería de la plaza hipoxia, menos de 90 de saturación de oxígeno y un hematoma en el esternón y trauma craneoencefálico, sin que llegara a perder el conocimiento.

La cogida se produjo cuando lidiaba al tercero de su lote, al que había salido a torear tras abandonar la enfermería, donde había sido atendido de un hematoma en la rodilla derecha sufrido en un percance anterior en su segundo.

Esta nueva cogida se produjo nada más iniciada la labor de capa, cuando el astado lo estrelló contra la barrera y luego lo tuvo a su merced, lanzándolo de nuevo por los aires.

Se han lidiado seis astados de la ganadería de Juan Pedro Domecq, de juego desigual; flojos, primero y segundo, con peligro, tercero y sexto, manejables, cuarto y quinto.

La plaza ha rozado el lleno del aforo permitido, el 75 por ciento.

Rafaelillo, oreja, oreja, dos orejas y silencio en el que mató en sustitución de Ureña.

Paco Ureña, oreja y dos y rabo.

Rafaelillo ha estado muy valiente y seguro toda la tarde, en esta temporada en la que ha cumplido los XXV años de alternativa, que tomó en Murcia en septiembre de 1996 con Enrique Ponce de padrino y Rivera Ordóñez de testigo.

Se fajó con sus toros en faenas vibrantes en las que pudo con sus oponentes, sobre todo, los peligrosos tercero y sexto.

Ureña no tuvo opción con su primero, un toro sin clase ni fuerza, pero se creció en el cuarto, cuando dibujó unas excelentes tandas de muletazos.Pese a estar mermado de facultades por la cogida en su segundo, su pundonor hizo que quisiera enfrentarse al que cerraba plaza, en el que recibió una gran paliza que le ha llevado a un hospital de Murcia para estudio radiológico.

El torero de Lorca fue atendido en la enfermería de la plaza de contusión en el pecho y un fuerte golpe en la cabeza, estando siempre consciente y orientado y dependiendo la gravedad definitiva del percance de la evolución que presente en las próximas 72 horas, han dicho los servicios médicos.