¡Había ganas!, muchas ganas de que los tambores volvieran a resonar por todos los rincones de la laberíntica población de Moratalla. Dos años sin poder salir a la calle. En la Semana Santa de 2021 y 2020, los moratalleros tan solo pudieron mostrar un atisbo, desde balcones y terrazas de lo que son sus Fiestas del Tambor, que han sabido transmitir generación tras generación.
Ayer, con las debidas medidas sanitarias contra la covid-19, cientos de moratalleros salieron a la calle para disfrutar de la fiesta del Vacambor 2021. Una puesta en escena que se lleva organizando varios años, como anticipo de lo que supone para la ciudad de la Comarca del Noroeste la Exaltación de la Fiesta del Tambor durante la Semana de Pasión.
El embajador de España ante la Unesco, Juan Andrés Perelló, señaló sobre este festejo que «nuestros tambores no son de guerra, sino un mensaje de paz y unidad», por lo que tampoco faltaron a la cita muleños, jumillanos, hellineros y representantes de pueblos cercanos que forman parte del Consorcio Nacional de Pueblos del Tambor.
No faltaron tampoco los tradicionales piques entre tamboristas ni los encuentros en los refugios del municipio. Se trata de una fiesta que, de manera anárquica, se expande por todos los rincones del pueblo, dándole un colorido especial con las túnicas tan características de este festejo. Esta peculiar fiesta busca ser declarada de Interés Turístico Nacional.
El alcalde de Moratalla, Jesús Amo, puso de manifiesto que «hemos conseguido volver a llenar las calles de Moratalla con la música de los tambores, no solo de aquí, sino también de otros municipios que comparten con nosotros está tradición». Amo recordó que «la gente que vive la pasión del tambor estaba deseando que este momento llegara, una vez que las condiciones epidemiológicas lo han permitido». Por último, el regidor adelantó que, de seguir remitiendo la pandemia como lo está haciendo hasta ahora, «puede ser que este sea el anticipo para volver a salir a la calle en la Semana Santa de 2022».
Turismo rural
Los diferentes festejos, pruebas deportivas que se celebran en la comarca y la coincidencia del Puente del Pilar han provocado que los establecimientos de turismo rural de la zona estén por encima del 90 por ciento, y que algunos complejos rurales ya hayan colgado el cartel de ‘completo’.
La afluencia de visitantes en el municipio también se ha dejado notar directamente en la hostelería, ya que muchos restaurantes de la zona estaban remontando mesas en los turnos de comida para los próximos días.
