El hermano mayor de la Real e Ilustre Cofradía de la Vera Cruz, Luis Melgarejo Armada, ha dado a conocer el nombre del nuevo secretario de la Comisión de Festejos, Simón Laborda Giménez.

Laborda Giménez tiene 29 años, es cabileño de Ceyt Abuceyt desde su nacimiento, pasando a formar parte del grupo adulto en 2008. Dentro de su cábila ha participado en tres juntas directivas de las que fue presidente durante tres años y otros dos ha ejercido el cargo de secretario.

A su trayectoria festera se suma el ser componente de la peña Caprichoso desde el año 2008, en la que igualmente ha formado parte de varias juntas directivas. También formó parte de la Comisión de Festejos en el período 2015-16

También es integrante de la peña miguera El Boquerón.

Simón Laborda es graduado en Enfermería y actualmente trabaja en el Servicio Murciano de Salud, trabajo que complementa con sus estudios de Terapia Ocupacional.

Su perfil como persona activa le ha llevado comprometerse en otros ámbitos de la sociedad caravaqueña como el deportivo, siendo directivo del Club Voleibol Caravaca, equipo del que también es jugador. También participa en la Semana Santa dentro de la Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores.

El hermano mayor ha destacado que con su elección se mantiene la línea de trabajo que se inició con la elección de la Junta Representativa de Cofradía, a la que se incorporará Simón Laborda. “Queríamos que fuera una persona con capacidad para ilusionarse con el trabajo que tenemos por delante, con conocimientos organizativos en el mundo festero, juventud, vitalidad y ganas de aportar ideas que sumen y enriquezcan el trabajo”, ha destacado Luis Melgarejo.

El ya secretario de Comisión de Festejos, ha agradecido la confianza que se ha depositado en él, al tiempo que ha puesto de relieve la ilusión y enorme responsabilidad con la que acepta el cargo.

Bendición de la naturaleza

Fiel a su cita, la llegada del otoño viene acompañada por uno de los rituales más antiguos de los que se celebran en torno a la Vera Cruz, junto al Baño de la Cruz y la bendición del vino y las flores: la bendición de la naturaleza. El acto tuvo lugar en la tarde de ayer, a las 19:00 horas, en la capilla de los Conjuros.

La ceremonia, de la que se tienen referencias ya en el siglo XVI, conserva desde entonces el sentido de protección de las cosechas frente a los fenómenos meteorológicos adversos que pudieran dañarlas, conjurando a los cuatro elementos de la naturaleza, agua, fuego, tierra y aire desde las cuatro ventanas con las que cuenta la capilla.

La bendición de la naturaleza consta de tres partes, como explica el rector de la Basílica, Emilio Andrés Sánchez Espín. “La primera se realiza en la iglesia, donde se hace una acción de gracias por la luz; el fuego, tomando esa luz del cirio Pascual que se bendice en la vigilia Pascual”. Con esa llama se encienden dos velas que portó en un candelabro el hermano mayor de la Cofradía de la Vera Cruz, Luis Melgarejo, y se ascendió a la capilla de los conjuros. Ya en ella, el sonido de la campana del conjuro marcaba a las 19:00 horas el inicio de la oración del Credo. Posteriormente el sacerdote realizaba las oraciones desde las cuatro ventanas orientadas a norte, sur, oriente y occidente, inciensando y aspergiando.

En este punto la Cruz salía al deambulatorio y el rector recitaba en latín la oración que comienza con las palabras “Ecce Lignum crucis fugite partes abversae”, “he aquí el leño de la cruz, huir tempestades malignas”. Desde el deambulatorio, en torno a la bóveda de la Basílica, bendecía los cuatro puntos cardinales.

Terminada la bendición, en procesión se regresaba a la iglesia, donde tenía lugar una bendición final y los asistentes tuvieron la oportunidad de adorar la sagrada Reliquia.

Frente a granizadas, tormentas, vientos o lluvias torrenciales el sacerdote realizaba antaño el conjuro tres veces al día, por la mañana, al mediodía y al atardecer, durante los meses de primavera y otoño. En la actualidad la bendición de la naturaleza se realiza en dos ocasiones a lo largo del año, coincidiendo con el inicio del otoño y la llegada de la primavera.

Bendición de la naturaleza