El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Murcia acogió el pasado miércoles una vista preliminar, con la intervención de distintos peritos, para dilucidar si las piezas que las monjas Clarisas trasladaron de Mula a Elche, donde se mudaron, forman parte del Bien de Interés Cultural (BIC) que es el Convento de la Encarnación, de donde las religiosas se las llevaron. Así lo indicó a este periódico el concejal de Cultura de Mula, Diego Boluda, que precisó que, aunque fue la Comunidad Autónoma la que inició el proceso judicial contra las hermanas, el Ayuntamiento se persona como parte interesada en la causa. 

El Consistorio muleño se ha implicado desde el principio para que las obras de arte, entre las que se encuentra el Niño de la Salud de Roque López, retornen al municipio, de donde, tienen claro, nunca deberían haber salido. 

Lo que se hizo el miércoles fue una pericial, solicitada por el letrado de la Comunidad, en la que también estuvo presente la abogada del Ayuntamiento de Mula, que sostiene que las ocho decenas de piezas han de ser devueltas al pueblo, de donde salieron a comienzos de 2020 «con nocturnidad», recordó el concejal. Se refiere a que fue de madrugada cuando cargaron en un camión las esculturas y lienzos que acabaron en la vecina provincia.

Boluda, que comentó que «la Comunidad ha demandado a la abadesa, concretamente, la hermana Clara», agradeció que desde Patrimonio «nos mantengan informados del procedimiento».

Fuentes jurídicas apuntaron que las monjas, en su defensa, «argumentaron que no conocían el tema, que ellas son religiosas, no juristas». En 2020, al comienzo de este asunto, dijeron que hicieron lo que hicieron «por seguridad: que el convento se iba a quedar vacío y temían que alguien robase las piezas. Sin embargo, el Consistorio contaba con espacio para que las obras estuviesen a buen recaudo, algo que, según fuentes municipales, las hermanas sabían y, pese a ello, siguieron adelante con sus planes de llevarse a Elche  los retratos del rey Felipe V y de la reina María Luisa de Saboya, entre otros.

«El alcalde y yo en persona nos hemos reunido hasta en cuatro ocasiones con ellas, nos desplazamos a Elche a hablar con ellas», manifestó el edil de Cultura, al tiempo que insistió en que «ya hemos agotado todas las vías de diálogo y comunicación» que hay para tratar de que las Clarisas repongan todo el patrimonio que se llevaron con ellas a Alicante

Sobre la sanción de 100.000 euros que se le impuso a la abadesa en junio por sacar las obras sin permiso, Boluda subrayó que «con eso se agotaba la vía administrativa y se pasaba a la vía judicial». «Lo que ha habido ahora es para dirimir si las piezas forman parte del BIC o no. Ha de establecerse bien el criterio sobre por qué han de volver a Mula: están recabando información y estudiando el tema», resaltó.