Un bloque de viviendas se levanta en un solar del casco antiguo que ocupaba un inmueble que fue demolido como consecuencia de los daños producidos por los terremotos de mayo de 2011. El solar se sitúa entre las calles Álamo y Almirante Aguilar, apenas a unos metros de la Plaza de España. En el lugar había una vivienda con bajo y una planta que resultó gravemente dañada por los seísmos, por lo que tuvo que ser sometida a una intervención de consolidación para evitar su derrumbe y por el lugar estratégico que ocupaba con máximo tránsito de viandantes.

Las obras se iniciaron hace algunas semanas y está previsto que concluyan en septiembre del próximo año. Estos días una grúa descarga la ferralla con la que comenzará la construcción de la estructura de hierro del inmueble, tras excavarse lo que será la planta sótano que se destinará a trasteros. Las dimensiones del solar no han permitido situar aparcamientos en la planta sótano, por lo que estos irán en el bajo. Se construirán tres plantas y ático, lo que supondrá tres viviendas, ya que una de ellas será un dúplex.

El bloque de viviendas es una de las primeras actuaciones que se llevan a cabo en el casco antiguo en un solar resultante de la demolición de un inmueble dañado por el terremoto. Decenas de solares vacíos o con fachadas ‘apeadas’ esperan ser reconstruidos. Precisamente, en esta misma calle, en Álamo hay dos inmuebles en esas mismas circunstancias. A ellos, se suman otros en Selgas, Fernando el Santo, Zorrilla, Cava, Alfonso X el Sabio y Leonés.

Las dificultades para reconstruir en el recinto histórico de la ciudad eran muchas por las exigencias de las normativas existentes. La aprobación de forma inicial del plan del casco histórico, tras siete años de trabajos, podría beneficiar la construcción de nuevas viviendas, al ser más permisivo que el anterior, que fue aprobado en 2000.

 El anterior no posibilitaba la construcción de aparcamientos y de aperturas de nuevos huecos, lo que impedía la transformación de las casas solariegas, de gran tamaño, en viviendas habitables. El Plan Especial de Protección y Rehabilitación Integral del Conjunto Histórico de Lorca (Peprich) afecta a un total de 61 hectáreas de las cuales 19 corresponden al Castillo y el resto al casco antiguo.

Regulará el urbanismo de 257 inmuebles catalogados, 11 bienes de interés cultural, 109 bienes catalogados por su relevancia cultural y 137 inventariados. El alcalde, Diego José Mateos Molina, afirmó tras su aprobación inicial en julio pasado que “servirá para solucionar los problemas urbanísticos que han paralizado la recuperación del recinto histórico, favorecerá la puesta en valor del patrimonio y del espacio urbano, la generación de espacios libres y dará prioridad al peatón frente a la circulación rodada. Y servirá de soporte para la obtención de subvenciones y ayudas del Estado y de la Unión Europea”.