Este fin de semana los amantes de la naturaleza y el deporte han tenido una cita ineludible en Calasparra. Un paseo matinal entre caminos de tierra, acequias y portillos. Una cita inexcusable para los amantes del senderismo en este mar de verde y dorado cereal frente al sotobosque. Un encuentro en plena naturaleza con los sonidos del agua en la paisajística presa del Bayo. 

Durante las mañanas de este pasado sábado y domingo varios grupos de visitantes y vecinos de la localidad, cumpliendo todos los protocolos COVID y normativa sanitaria vigentes, realizaron la ruta de algo más de 2 kilómetros de recorrido, que llegó hasta la Presa del Bayo. Allí, el croar de las ranas, los peces que saltan fuera del agua y el ensordecedor sonido del agua al caer con fuerza lo inundaban todo, en un mar de espigas doradas propio de la época en la que se encuentra el arroz. 

Siguiendo la ruta y de vuelta al punto de inicio, pegados a la ribera del río, los senderistas pudieron observar la avifauna de la zona. Las garzas, descaradas y de blanco radiante, paseaban altaneras por las elevadas lindes de los campos de arroz. Lo mismo hacían las perdices que tras darse un festín de insectos en los límites de los cultivos, marchaban aceleradas, pero no asustadas, a ocultarse en el sotobosque de la sierra. La ruta siguió su itinerario por la margen izquierda hasta la acequia que, remontando su curso, lleva al paseante, de nuevo, hasta el Cortijo del Puerto o Molino de Juan Haro para dar por terminada la caminata.

Una jornada en la que el deporte, la naturaleza y la tradición agrícola se encontraban para ofrecer al visitante una experiencia única en torno al proceso de cultivo del Arroz de Calasparra. 

La próxima ruta que tendrá lugar en este paraje será el próximo 17 de octubre, cuando los interesados podrán realizar un paseo por estos senderos ecoturísticos en el momento de la tradicional siega del arroz de Calasparra en pleno otoño.