Las empanadas y bizcochos de las clarisas tienen un precio tan ajustado que cualquier fluctuación del recibo de la luz les provoca pérdidas. Las monjas del Monasterio de Santa Ana y Santa María Magdalena de clarisas de Lorca se han llevado un buen susto al recibir el último recibo de la luz. «Doscientos euros más de lo habitual», ha asegurado la vicaria del monasterio, sor María Jesús.

Su preocupación es máxima, porque comienzan los preparativos para la campaña de Navidad. Entonces, los hornos de su panadería no cesarán día y noche, para hacer frente a los encargos de las fiestas, cuando se multiplica la demanda de los dulces más cotizados que preparan. «Con la subida de la luz no podemos seguir sirviendo nuestras cajas de dulces, empanadas y bizcochos al mismo precio, habrá que subirlos», argumenta sor María Jesús.

Hace algunos días decidieron informarse sobre la posibilidad de instalar placas solares en su tejado para intentar rebajar la factura. «No tenemos dinero para hacer frente a esa gran inversión, pero intentaremos financiar el gasto y pagarlo poco a poco con lo que vayamos sacando de la venta de bizcochos y empanadas», cuenta la monja.

Un ingeniero ha visitado el monasterio y les ha hecho un proyecto que les llevaría a ahorrar hasta un 85 por ciento en la factura de la luz. Esta rebaja en el coste del suministro eléctrico que pueden llegar a conseguir con la utilización de energía renovable les ha parecido «casi un milagro», según ha reconocido la vicaria del monasterio.

En la panadería del convento han comenzado a preparar los ingredientes para la elaboración de los dulces de Navidad. «Estamos limpiando la almendra y abasteciéndonos de todo lo necesario», reconoció. Será entonces cuando aromas a canela, naranja, limón y anís se dejen sentir desde las cercanías del convento de clarisas.