Una aseguradora tendrá que indemnizar con un millón de euros a un niño por las graves secuelas que sufre debido a la mala praxis durante su nacimiento. La Asociación 'El Defensor del Paciente' recibió el caso y lo derivó al letrado especialista Ignacio Martínez después de que la madre del bebé, vecina de San Javier, fuera asistida en junio de 2016 durante su parto y su hijo sufriera parálisis braquial obstétrica por el arrancamiento de tres raíces nerviosas en el plexo braquial.

El parto se realizó en el hospital Los Arcos del Mar Menor y durante el mismo se produjo una distocia de hombros del bebé debido a las maniobras para extraerlo. Con posterioridad el niño ha sido intervenido quirúrgicamente y ha recibido múltiples sesiones de rehabilitación, a pesar de lo cual ha quedado con importantes secuelas que afectan a la movilidad y fuerza del hombro y brazo derechos, con todas las limitaciones que le implicarán de por vida.

Tras el estudio pericial se determinó que la asistencia al parto por parte de la ginecóloga de guardia había sido contraria a la lex artis en varios puntos ya que no se habían tenido en cuenta factores de riesgo de distocia de hombro para estar alerta y, sobre todo, una vez se produjo esta no se llevaron a cabo las actuaciones secuenciales que prevé el protocolo para evitar daños al niño a pesar de que hubo tiempo para ello, extrayendo al bebé con una fuerza desproporcionada a tenor de las graves lesiones que presentó.

Se interpuso demanda contra la aseguradora de la ginecóloga y durante el juicio el perito de la demandada negó la existencia de distocia de hombros -misma distocia que constaba en la historia clínica y en su propio informe previo-, y atribuyó todo el daño a una supuesta fuerza desmedida de los pujos maternos, extremo que el juez rechazó.

Ahora la aseguradora tendrá que indemnizarcon un millón de euros al menor, 564.000 euros por la condena así como el pago de las costas e intereses sancionadores desde 2016.