En los 38 colegios del municipio de Lorca se han llevado a cabo labores de prevención y control de legionelosis. Las actuaciones han sido supervisadas este miércoles por la concejal de Educación, Antonia Pérez, y el edil de Sanidad, José Ángel Ponce. Ambos han visitado el colegio Juan González, en el barrio de San Cristóbal, donde se han ejecutado las tareas antes de que sus alumnos regresen a las aulas. “Es necesario realizar un control en todas aquellas instalaciones que utilicen agua en su funcionamiento, produzcan aerosoles y se encuentren ubicadas en zonas abiertas y de uso colectivo y puedan ser susceptibles de convertirse en focos de propagación de esta enfermedad”, ha afirmado el concejal de Sanidad.

Estos trabajos se llevan a cabo a través de una empresa especializada no solo en los 38 colegios públicos y concertados del municipio, sino también en las 65 fuentes ornamentales, las 8 instalaciones deportivas y los 4 albergues municipales. “En los colegios, considerados como instalaciones de menor probabilidad de proliferación y dispersión de legionella, las labores de limpieza y desinfección se llevan a cabo antes del inicio del curso escolar dejando constancia del tratamiento de limpieza y desinfección realizado mediante el correspondiente certificado, que se incluirá en el libro de mantenimiento del centro. Mientras, la toma de muestras para análisis de legionella pneumophila se realiza a los 15 días de haber realizado la limpieza y desinfección de la instalación”, ha agregado el edil.

En el caso del colegio de educación especial Pilar Soubrier, el único que dispone de residencia y por tanto con uso de sistema de agua caliente sanitaria, “se realizan más controles. Los exigidos para instalaciones de mayor probabilidad de proliferación y dispersión de legionella”, ha detallado Ponce, quien ha recordado que “la legionella es una enfermedad bacteriana presente de forma habitual en aguas superficiales de lagos, ríos o estanques pero que no produce contagio al beberla, en cambio, sí se puede contraer debido al mantenimiento inadecuado de las redes de distribución de agua cuyo final sea la instalación de un mecanismo productor se aerosoles puesto que la bacteria se dispersa por el aire, a través de las pequeñas gotas de agua que pueden permanecer suspendidas y penetrar por inhalación en el aparato respiratorio”.