Anoche la fachada del Ayuntamiento de Lorca lució los colores del Año Santo Jubilar. De azul se cubrieron los soportales y la balconada con sus arcadas y en lo más alto una flecha amarilla marcaba el Camino. El mismo que recorrieron casi un centenar de lorquinos rememorando los seis primeros kilómetros de la Ruta del Argar que arranca en la iglesia de Santiago y recorre los principales templos, ermitas y conventos de la ciudad.

Poco antes de las ocho de la tarde ya aguardaban a las puertas de la iglesia de Santiago, José Antonio González, Juan Cánovas, Mariano Llamas, Cándido Martínez, Juan Francisco Ibarra y Roque Moya, de la Asociación Lorca-Santiago, organizadores de la ruta nocturna de senderismo junto a la Concejalía de Turismo. Un repaso a las inscripciones, al protocolo Covid y tras un breve posado -ante el monolito con la concha de Santiago que indica el kilómetro cero a las puertas del templo con su imponente cruz de gules simulando una espada- se inició la ruta.

Abriendo Camino Roque Moya, al que seguían una veintena de senderistas. Tras él, más grupos, capitaneados por distintos integrantes de la Asociación Lorca-Santiago que durante el trayecto relataron mil y una anécdotas que tenían como protagonista el Camino. La empinada calle Rojo llevó a todos a las puertas del convento Madre de Dios de la Consolación, entre la Cava y Zapatería. Durante el periplo hasta la Colegiata de San Patricio la fuente de la coqueta Plaza Coros y Danzas dejaba sentir el murmullo del agua mientras caía en su forja labrada. Y el paso por las Barandillas tuvo como testigo al poeta Eliodoro Puche que parecía desde su escultura saludar a los peregrinos.

Un serpenteante recorrido por callejuelas empinadas del barrio de San Juan llevó a los participantes hasta su viejo templo. Impresionante su escalinata y su mirador que no concuerdan con las ruinas en que se ha convertido la iglesia que recibió la ‘puntilla’ con el terremoto. Y de allí, a Santa María, que vive sus mejores horas después de haber recuperado su techumbre y el encanto de antaño. Su atrio se ha convertido en un magnífico mirador para contemplar la vieja ciudad. ‘El Cristo de las Palas’, en una pequeña ermita que cuida Juani, se abrió para los senderistas. Repleto su altar de agradecimientos de lorquinos que hace años subían para dar gracias por favores recibidos al Cristo que como su nombre indica estaba entre ‘palas’, como se conoce a los tallos de las chumberas.

San Pedro, con su ‘coraza’ de hierro, también formó parte del recorrido que continuó hasta la ermita de San Roque. El edificio del siglo XVI se encuentra en el cerro de Altamira, en el barrio de San Pedro, y se considera como un ejemplo de la tradición mudéjar. Las flechas amarillas del Camino de Santiago por la Ruta del Algar llevaron a los expedicionarios hasta la Ramblilla de San Lázaro. Y en lo más alto, junto a la autovía del Mediterráneo y los túneles bajo el Castillo, la ermita del santo que da nombre a la zona. En proceso de rehabilitación, algunos descubrieron detalles que desconocían como que sus muros se levantaron sobre un manantial de aguas medicinales. 

La iglesia de San José, el que fuera convento de las Siervas de María –ahora hogar de Asprodes-, la iglesia de Nuestra Señora del Carmen y la de San Francisco, fueron paso previo a un recorrido por la Corredera y Pío XII, antes de desfilar a las puertas de la iglesia de San Mateo, sede de la Vicaría Episcopal de Lorca. La hora apremiaba y con paso firme y rápido todos se dirigieron a la calle Selgas. Bajo el arco del Ayuntamiento se produjo la entrada en la Plaza de España en el preciso momento en que la fachada de las Casas Consistoriales se tornaban de un azul intenso entre la sorpresa de los que esperaban el inicio del concierto de Ladilla Rusa.

Los seis primeros kilómetros de la Ruta del Argar del Camino de Santiago estaban superados justo en la víspera del día grande del Patrón de España que se celebra este domingo. Alguno recibió de manos de los organizadores su Credencial del peregrino cuya meta es la catedral de Santiago de Compostela, donde se venera el sepulcro del Apóstol Santiago desde su descubrimiento en el siglo IX.

La ‘Credencial’ se puede recoger en Lorca en la Casa del Deporte. Es el documento que acredita tu condición de peregrino jacobeo y sirve para documentar tu peregrinar. Este Año Santo Jacobeo, también conocido como Año Santo Compostelano o simplemente Jacobeo, está previsto que muchos hagan la Ruta del Argar. “Buscan caminos nuevos y este, el de Lorca, resulta muy atractivo, porque une dos ciudades santas como son Caravaca y Santiago de Compostela, cuatro ciudades patrimonio de la Humanidad (Toledo, Ávila, Salamanca y la propia Santiago de Compostela) y dos parques naturales”, recordó Roque Moya.