A Cehegín le toca tener alcalde de Ciudadanos, según el pacto de Gobierno que se alcanzó en el municipio en 2019. Pero el traspaso no va como la seda y el Partido Popular, que ha liderado el Gobierno local durante los primeros dos años, no se puede sacar de la cabeza que debe ceder el bastón de mando al partido que le presentó una moción de censura en marzo.

A principios de semana, el PP anunciaba su intención de revisar el pacto de Gobierno, algo que pilló al concejal de Ciudadanos Jerónimo Moya con el pie cambiado: «No hay ningún motivo». Desde el PP insisten en que su única finalidad es «mejorar y adaptar» el acuerdo a la situación actual del municipio.

La relación entre Alicia del Amor, actual alcaldesa de Cehegín, y Jerónimo Moya, su sucesor sobre el papel, es «excelente», aseguran desde el Ayuntamiento, por eso en Ciudadanos achacan las dificultades para llevar a cabo el traspaso a «temas personales» de la secretaría general del PP, que ostenta José Miguel Luengo, que tiene muy presente la relación personal que existe entre Moya y Ana Martínez Vidal, coordinadora autonómica del partido y candidata a la presidencia del Gobierno regional cuando Ciudadanos y PSOE presentaron la moción de censura contra el presidente de la Comunidad, Fernando López Miras.

La portavoz de los populares, Miriam Guardiola, se apresuró a decir que el PP es un «partido de palabra y que cumple sus promesas», al tiempo que afirmaba que Ciudadanos «no es de fiar» y que «no está en posición de exigir nada».

Ante las provocaciones, en Cs han optado por mantener un perfil bajo en este tema y no hacer declaraciones, ya que entienden que el Partido Popular está buscando cualquier resquicio o «movimiento errático» de los naranjas para exigir, por qué no, que no sea Moya el alcalde, en favor de otro edil. El dirigente liberal, por su parte, mantiene el tipo y señala que está «abierto» a hablar sobre algún tema puntual.

Sin embargo, los populares deben andar con los pies de plomo, ya que si incumplen su palabra y no ceden el bastón de mando podría repetirse lo ocurrido en el Ayuntamiento de Murcia, donde los liberales abandonaron a su socio de Gobierno y ahora se sientan con el PSOE en la Junta de Gobierno de la Corporación.

No sería fácil que se entendiera ahora el Grupo Municipal Socialista de Cehegín con Cs, ya que estos recuerdan la «oposición de acoso y derribo» que ejerció Jerónimo Moya contra el exalcalde José Rafael Rocamora el pasado mandato. Pero cosas más raras se han visto.

Si mañana la alcaldesa del PP no comunica la fecha del Pleno en el que renuncie en favor de su socio de Gobierno, la Región puede vivir de nuevo una réplica del terremoto político que supuso la moción de censura.

El PSOE, "expectante" ante la "obligación de dotar de estabilidad" al pueblo

Como se lo pongan en bandeja, tendrán que hacerlo. El edil socialista José Rafael Rocamora reconoce que su grupo municipal, el más apoyado de las pasadas elecciones y «que casi dobló en votos al segundo», está «expectante» ante el desenlace que pueda tener el traspaso de poderes en Cehegín. No esconde que, «si no llegan a entenderse el Partido Popular y Ciudadanos, el PSOE tiene la obligación de dotar de estabilidad a los ciudadanos». Aunque matiza que «nunca» harían alcalde al líder naranja en Cehegín, Jerónimo Moya, con el que su partido no tiene buenas relaciones. Es más, asegura que el PP sabe de las distancias entre los grupos municipales de Cs y el PSOE para «tensar la cuerda» y «aprovecharse de la debilidad» de los naranjas tras presentar la moción de censura en la Asamblea Regional. El líder de la oposición, exalcalde durante el mandato anterior, recuerda que el Gobierno «más estable» hubiera sido el formado por el PSOE y Cs, y acusa a los grupos menos votados de haber «retorcido la voluntad popular», olvidándose del interés general. «De aquellos polvos, estos lodos», sentencia Rocamora. J.F.C.