El manzano de la Cuesta de Gos ha pasado de estar a punto de extinguirse a repartir unos cincuenta ejemplares en los centro educativos de Águilas gracias a la labor de Pepe Giménez, del Centro Ocupacional URCI, y de los alumnos del Módulo de Jardinería del IES Europa con su Centro de Recuperación del Manzano de la Cuesta de Gos.

Se conoce como el manzano de la Cuesta de Gos, un árbol frutal generoso puesto que posiblemente es la única variedad en el mundo que florece varias veces al año. Un manzano que estuvo a punto de desaparecer, pero el pedáneo de la Marina de Cope, Pepe Giménez, recuperó uno de los pocos que quedaba a base de pasión por las cosas de su tierra. «Yo nací en la Cuesta de Gos, mis padres tenían manzanos como los vecinos, pero cuando las familias dejamos la Cuesta de Gos, el manzano se quedó ahí. Por la pasión que les tengo, recuperé uno», recuerda Pepe, quien de ese manzano ha logrado tener un gran número de estos frutales en su casa de la Marina de Cope. «No he estado en la agricultura nunca, pero tengo una gran pasión por las plantas. Tengo una gran variedad de árboles y cada vez que iba a la casa que tenemos en la Cuesta de Gos he intentado que no se perdiera el manzano. Me hace una gran ilusión mantenerlo vivo», añadiendo que en la Cuesta de Gos es posible que queden muy pocos. «Hay uno que es el más viejo, que es de donde saco la planta», un logro que ha servido para que el módulo de Jardinería del IES Europa, junto al semillero del Centro Ocupacional URCI, hayan conseguido reproducir esta variedad, con más de cincuenta ejemplares.

Pepe Giménez explica que para poder reproducir este manzano, se saca de los «serpies», como se dice en la Cuesta de Gos, o «pollizos», como los llaman en la huerta de Murcia, a unas varillas que salen del tronco a finales de año. «Esas varillas es de donde hemos sacado el resto de manzanos», comenta Pepe, quien tiene un amor por este frutal desde niño: «Cuando yo era pequeño, nací en el 45 -puntualiza-, todas las casa de la Cuesta de Gos tenían sus dos o tres manzanos y recuerdo que mi padre guardaba las manzanas y las metía en una pajera, donde le dábamos de comer a los animales y nos duraban hasta agosto. Es una fruta muy aromática» y que «florece tres veces al año». Es una variedad que necesita poca agua y cuyo árbol es muy resistente.