El Ayuntamiento de La Unión recibirá de forma gratuita de manos de la empresa Portmán Golf el último malacate minero que queda en la península ibérica y que se encuentra en las instalaciones de la Cantera Emilia. Tras el acuerdo alcanzado por la concejalía de Patrimonio y la mercantil, será el Ayuntamiento el que custodie en una primera fase las diferentes piezas de esta joya del patrimonio minero con más de cien años de antigüedad.

Este antiguo mecanismo de extracción de agua o minerales es anterior a los castilletes de metal, consta de una estructura de madera con vigas y apoyos en el suelo y un árbol vertical con un tambor cilíndrico llamado bombo. El cuerpo se divide en dos partes en las que se arrollan las maromas o cables que, mediante dos poleas, hacían ascender o descender por el pozo los recipientes o cubas de extracción del mineral o agua.

El malacate minero fue declarado como Bien de Interés Cultural por Decreto 175/2018, de 25 de julio al tratarse del único malacate existente en la Península Ibérica y uno de los pocos inventariados en todo el mundo, dado su gran valor histórico y arquitectónico industrial-minero.

La cesión del malacate minero se realiza de acuerdo a la Ley de Patrimonio Cultural de la Región de Murcia y previa autorización de la Dirección General de Bienes Culturales de la Comunidad Autónoma, que se hará cargo de su restauración integral para su posterior exhibición dentro de las instalaciones del futuro Museo Minero, de titularidad municipal, que se construye en la actualidad en el solar del antiguo Liceo de Obreros.

El alcalde de La Unión, Pedro López Milán, aseguró que, sin duda, «se trata de una gran noticia para el municipio de La Unión porque el malacate pasará convertirse en propiedad de todos los unionenses, ya que será el Museo Minero el espacio público donde se conserve una pieza importantísima del pasado minero de la localidad».

López Milán destacó asimismo que el malacate se convertirá en «un reclamo patrimonial para que grupos de escolares o turistas lo contemplen con curiosidad y admiración por su óptimo estado de conservación, pese al paso de los años a la intemperie, y por tratarse de una audaz solución de ingeniería minera, única en el mundo entero».