Pese a las pocas esperanzas que a principios de año se mantenían por poder celebrar las fiestas patronales de Caravaca de la Cruz, la pandemia ha obligado, de nuevo, a suspenderlas.

¿Cómo afronta Caravaca de la Cruz la suspensión por segundo año consecutivo de sus fiestas populares?

Quien conozca la idiosincrasia de Caravaca sabe que las fiestas patronales son el momento más esperado por toda una ciudad que se siente parte de unas tradiciones con una importante historia, transmitidas con respeto y pasión de generación en generación. Sentimos una profunda nostalgia y un gran vacío, porque estas celebraciones, lejos de ser algo superfluo o inventado, son rituales y festejos con siglos de tradición, muy arraigados en el corazón de los caravaqueños, y que forman parte de nuestra propia identidad. No se entendería Caravaca sin sus fiestas de la Vera Cruz.

¿Es consciente su población del carácter responsable de esta medida de suspensión?

Totalmente. La población es consciente de cuál es ahora la prioridad, que es superar la pandemia sanitaria y la crisis económica, y asume con total madurez y sensatez una segunda suspensión de las fiestas.

La alegría y afán de superación de la sociedad caravaqueña se refleja cada año en sus fiestas patronales

A diferencia del año pasado, en el que el confinamiento hizo imposible cualquier tipo de evento, ¿qué actos se han preparado para estas fechas?

Este año, la Real e Ilustre Cofradía de la Santísima y Vera Cruz ha decidido celebrar las misas conmemorativas y litúrgicas de la festividad de la Patrona, así como los rituales de la Bendición del Agua el 3 de mayo, y la Bendición del Vino y las Flores en la jornada del día 2. Estos rituales, con siglos de historia, constituyen la esencia de las fiestas y son el origen de los Moros y Cristianos y de los Caballos del Vino. Todos estos actos, exclusivamente religiosos, se harán conforme a la normativa vigente y garantizando las medidas de seguridad.

Por otro lado, se han organizado algunos actos culturales, como una exposición con la historia de los Gigantes y Cabezudos de Caravaca o un concierto de música festera, igualmente bajo el protocolo de prevención covid-19.

¿Qué impacto económico en la ciudad supone la cancelación de estas fiestas populares?

Cuantitativamente, estas celebraciones suponen un motor económico para la ciudad y poblaciones cercanas. Las fiestas de Caravaca no tienen una dimensión meramente local. Por su envergadura, volumen, el número de personas que participan y los sectores que implican, tienen un impacto económico muy fuerte. Generan un movimiento enorme en ámbitos como el turismo o la hostelería, y son un polo de atracción. Su cancelación por dos años consecutivos es también desde este punto de vista una realidad negativa.

Sentimos una profunda nostalgia y un gran vacío. No se entendería Caravaca sin sus fiestas de la Vera Cruz

Algunas entidades festeras de la Región han optado por reducir o cancelar las cuotas a sus socios durante este último año para frenar su ‘éxodo’, ¿Siente que la sociedad, y en especial la ciudadanía de Caravaca de la Cruz, esté al 100% implicada en superar los negativos efectos de la covid-19?

La sociedad caravaqueña, como ha demostrado siempre, es generosa, ambiciosa, emprendedora, optimista, llena de fuerza y alegría. Ese carácter ha hecho que esta población – durante largo tiempo ha estado aislada con deficientes comunicaciones hasta la llegada de la Autovía del Noroeste y distante a grandes núcleos urbanos- haya prosperado y crecido. Y esa alegría y ese afán de superación son los que se reflejan cada año en sus fiestas patronales, auténtico torbellino que desborda la ciudad.

Cada caravaqueño sabe ahora, con un sentido totalmente responsable y práctico, que lo prioritario es superar las consecuencias de la pandemia. De hecho son numerosos los colectivos festeros que han mostrado su cara más solidaria, ayudando con necesidades básicas en los peores momentos de la pandemia. Por ejemplo, muchas de las bordadoras y modistas elaboraron mascarillas y otros elementos de protección, y otras peñas y grupos han realizado donaciones a lugares como la Residencia de Ancianos.

Desde el Ayuntamiento, igualmente, no hemos descansado ni un solo día desde marzo del pasado año para afrontar esta situación, buscar soluciones y estar cerca de quien lo necesita a pesar de nuestros limitados recursos frente a la magnitud del problema.

¿Qué siente Caravaca de la Cruz al no poder estrenar el nombramiento de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la festividad de los Caballos del Vino?

La candidatura de los Caballos del Vino a Patrimonio Inmaterial comenzó hace unos 11 años y ha superado, en esta larga carrera, momentos de incertidumbre y otros de mucha ilusión y esperanza, contando con el respaldo de instituciones locales, regionales y nacionales. Su consecución el pasado mes de diciembre supone un nuevo hito en la historia de la ciudad, que se suma a otros reconocimientos como el Año Jubilar a perpetuidad, la declaración de las Fiestas de Interés Turístico Internacional o la declaración de Basílica Menor al Santuario de la Vera Cruz.

Indudablemente deja un sabor agridulce que ni en el año de la recta final de la candidatura, una vez conseguido este importante reto que contadas manifestaciones culturales tiene el mundo, podamos tener a los Caballos del Vino en las calles, pero hay que tener la altura de miras y saber que esta declaración, cuidándola y respetándola, es algo para siempre. Tendremos tiempo de celebrarla como se merece.