Mientras continúan las negociaciones para encontrar un punto de equilibrio entre los representantes de los trabajadores agrícolas que utilizan cada día el transporte en autobús para su desplazamiento hasta sus puestos de trabajo en el campo, el Ayuntamiento, sindicatos y vecinos, el representante de los afectados, Raúl López, ha confirmado a esta redacción que, de momento, se han suprimido las paradas que los autobuses hacían a lo largo de la Avenida de Europa donde recogían a los trabajadores procedentes de las barriadas de Los Ángeles y Apolonia. Como se pretendía desde el Consistorio, las paradas para los autobuses que atendían esa línea, se han desplazado hasta las inmediaciones del complejo deportivo Felipe VI , debiendo de realizar los afectados, un trayecto más largo que antes hasta poder subir al autobús. No obstante, el representante de los afectados, tras reunirse con el alcalde de Lorca, Diego José Mateos, para tratar sobre éste y otros asuntos relacionados con los problemas que sufren el colectivo de inmigrantes en este municipio, ha dicho que no se da todo por perdido y que de hecho mañana, viernes, «se llevará a cabo una nueva reunión entre las partes para seguir negociando».

El principal problema radica en que los vecinos que habitan próximos a los lugares establecidos para las paradas de los autobuses que recogen cada día a los trabajadores agrícolas se quejan del ruido que tienen que soportar cada madrugada motivado por el trasiego de vehículos y personas.

Por otra parte, los representantes de los trabajadores defienden que muchos de ellos tienen que desplazarse a pie hasta las paradas establecidas desde lugares tan alejados como son los barrios altos de la ciudad y que sería muy perjudicial para ellos, ampliar ese desplazamiento diario, como pretende el ayuntamiento. La Federación de Asociaciones de Vecinos de Lorca también está mediando en el conflicto y piden que, entre todos, se busque una solución lo antes posible.

El problema afecta, según Raúl López, a una población que oscila entre los 20.000 y 25.000 personas de distintas nacionalidades que se trasladan cada día hasta sus puestos de trabajo a bordo de varios centenares de autobuses.

Los representantes de los trabajadores temen que el cambio de parada que se pretende desde el Consistorio originaría que los nuevos puntos de salida y llegada se alejarían aún más del casco urbano de la ciudad con el consiguiente desplazamiento a pie de los trabajadores que tendrían que hacer varios kilómetros hasta llegar al punto de partida, ocurriendo lo mismo a la hora del regreso.

Afirman que la parada situada en la Alameda de Cervantes, cerca del paso a nivel, la pretenden trasladar hasta la ronda sur junto a la policía local como ya han hecho con las de la Avenida de Europa. Los representantes de los trabajadores recuerdan que llevan más de 20 años trabajando en los campos y almacenes de Lorca y alrededores de Murcia y «estamos contribuyendo al futuro económico de esta tierra», a la vez que piden también comprensión por parte de quienes tienen que tomar las decisiones de cambio.

Desde el equipo de gobierno recuerdan que se trata de una situación en la que siguen trabajando desde que tomaron posesión hace ya casi dos años y afirman que el objetivo sigue siendo conseguir un acuerdo que contente a todas las partes donde nadie resulte perjudicado.

Reconocen que se trata de una actividad agrícola privada y que siguen mediando para poder conciliar el descanso de los vecinos con el bienestar de los trabajadores así como de las empresas del transporte y agrícolas.

Además del problema que se genera con el transporte de los trabajadores agrícolas, durante la reunión mantenida este miércoles con el alcalde, Diego José Mateos, se trataron otros asuntos que también preocupan al colectivo de inmigrantes en el municipio de Lorca. En el encuentro con la primera autoridad local al que asistieron, además de Raúl López, Jaqueline Cisneros del sindicato Redes y Auri Jirón, en nombre de los afectados, se habló sobre la necesidad de ampliar el horario de autobuses que cada día hacen el recorrido entre Lorca y la UMU en Espinardo, ya que un solo servicio por la mañana y otro por la tarde «es insuficiente».