La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha denunciado «la inexistencia de calabozos en los Juzgados de Caravaca de la Cruz y los riesgos de fuga, autolesiones o agresión» que, aunque no se han producido todavía, entraña esta deficiencia, desde su punto de vista. Dado que las competencias de Justicia no están transferidas, el asunto dependería del Gobierno central: de ahí que desde la Comandancia contestasen a la asociación, al recibir su queja, que remitirían «las circunstancias expuestas en su escrito a la Gerencia de Justicia, para conocimiento y efectos que considere oportuno».

Lo que dice AUGC es que «se utiliza una dependencia sita en la primera planta frente a la sala de vistas, con una pequeña sala en la entrada y otra pequeña sala a continuación con el objeto de mantener a los detenidos en el mismo, desde la entrega en el Juzgado de Guardia u otro Juzgado para su asistencia y declaración ante Autoridad Judicial, hasta que se dicte libertad o prisión provisional».

La AUGC insiste en que urge «la construcción de un lugar de detención dotado de las salas de custodia de detenidos, sala de vigilancia de los agentes adecuados, así como de sistema de vídeo vigilancia y grabación».

A juicio de la asociación, mientras se pone en marcha ese lugar que demanda, se ha de pedir «al decano de los Juzgados de Caravaca un procedimiento por el cual los detenidos permanezcan el tiempo indispensable en dependencias judiciales exclusivamente para diligencias judiciales y el resto de tiempo se encuentren custodiados en espera en el centro de detención del acuartelamiento de Caravaca».

En cuanto al estado de la sala que usa ahora mismo, indican fuentes de AUGC que «no tiene puerta de seguridad ni ventana de vista al interior ni cámaras de seguridad», a lo que añaden que por eso «la puerta debe permanecer abierta para poder visionar los movimientos del detenido, lo cual resulta peligroso tanto para los agentes que lo custodian como para las víctimas, testigos o funcionarios que deambulan cerca de dicha dependencia».

«La dependencia presenta dos ventanas abatibles con cristal de fácil acceso y con suficiente abertura para que se fugue una persona adulta», estiman desde la asociación, al tiempo que alertan de que «las ventanas de cristal pueden ser fracturadas y utilizarse como armas blancas para agredir a los agentes o autolesionarse».