El juzgado de guardia de Murcia ha dejado en libertad al arrendatario de una antigua venta ubicada en la AP-7 en la que la Guardia Civil de Las Torres de Cotillas halló una plantación de marihuana después de que dos hombres que aparecieron malheridos denunciaran que fueron secuestrados y obligados a cortar plantas de ese producto toda la noche.

Fuentes del caso han dicho a Efe que el detenido es un vecino de Alcantarilla de 36 años que en octubre pasado firmó un contrato de arrendamiento con el propietario de la antigua venta, en la que los agentes se incautaron de un centenar de plantas de marihuana y en la que se descubrió un enganche ilegal a la red de alumbrado.

El detenido no podrá acercarse a los denunciantes mientras se tramitan las diligencias que han sido incoadas para el descubrimiento de los hechos relatados por los dos denunciantes, ambos, vecinos de la pedanía murciana de Guadalupe.

Según su denuncia, los hechos se produjeron el 26 de marzo pasado, cuando regresaban de un viaje que había hecho a Librilla por cuestiones relacionadas con la colombicultura, al ser aficionados a los palomos deportivos, y observar que se habían quedado sin gasolina en el coche en el que se desplazaban.

Fue entonces cuando, siempre según su relato, decidieron dejar la AP-7 y salir hacia un camino de servicio, donde cerraron el coche y continuaron el viaje a pie hasta ser abordados por tres personas que viajaban en una motocicleta y en un coche y obligados a introducirse en este último para ser trasladados al inmueble donde se cultivaba la marihuana.

Además, los habrían apaleado y obligado a cortar las plantas, hasta que en un momento determinado observaron que en el lugar se encontraban ellos solos y emprendieron entonces la huida, hasta llegar a una venta donde pidieron a su dueña que llamara a la Policía.

Fue precisamente la llamada de esta a la Guardia Civil la que puso en marcha la investigación, que cuenta todavía con muchos puntos por esclarecer.