Agentes de la Guardia Civil han detenido en Fuente Álamo a un matrimonio de 40 y 38 años y a su hija menor de edad como presuntos autores de 39 delitos de estafa online y usurpación de la identidad de alguna de sus víctimas para estafar a otros compradores, informa este cuerpo.

La denominada operación punto rojo o "Red Point", que continúa abierta, se inició en septiembre del año pasado cuando la Guardia Civil andaba tras la pista de una persona que, al parecer, había llevado a cabo una serie de estafas online.

El registro practicado en el domicilio familiar, en Fuente Álamo, llevó a la incautación de documentación, teléfonos móviles y tarjetas SIM supuestamente empleadas para materializar los engaños.

Los anuncios de los detenidos se publicitaban en plataformas de compra-venta de mascotas, donde la sospechosa ofertaba animales de compañía y acordaba un primer pago para la reserva del animal. Una vez obtenía el dinero, no volvía a contactar con el comprador.

Los investigadores recabaron todos los indicios necesarios hasta identificar plenamente a quien se hallaba tras estos engaños, pero la investigación dio un giro insospechado al averiguar que esta persona se había visto envuelta en un entramado delictivo de tal forma que, después de haber sido víctima de una estafa online, su identidad había sido utilizada para estafar a otros usuarios de la red.

Después de esto, la Guardia Civil analizó numerosas denuncias y fue descubriendo que, en ocasiones y con el mismo método, otras víctimas de estafas similares lo estaban siendo también de un delito de usurpación de identidad al ser suplantadas en otros tantos hechos de la misma naturaleza. De esta forma, algunas de ellas se fueron convirtiendo en supuestas responsables de delitos de estafa al aparecer su identidad relacionada con la venta fraudulenta de productos online.

El análisis de los indicios obtenidos ha puesto al descubierto que, a modo de eslabón, se habían ido sucediendo cerca de 40 estafas, algunas de ellas usurpando la identidad de algunos de los perjudicados repartidos por distintas provincias del territorio nacional.

Según se desprende de la investigación, los ahora detenidos se ganaban la confianza de sus contactos enviándoles fotografías y documentación de los animales que pretendían vender, vía Whatsapp. De esta forma llegaron a obtener datos suficientes como para contratar líneas de teléfono o crear cuentas de correo electrónico a nombre de sus víctimas que, posteriormente, usaban para materializar otras estafas.

Los detenidos, los efectos intervenidos y diligencias instruidas han sido puestos a disposición del juzgado de instrucción número 3 de Cartagena.