Los comercios de Yecla afrontan con incertidumbre la primera jornada en la que deben echar el cierre a las seis de la tarde. Aunque consideran que puede ayudar a reducir la curva de contagios, la medida no ha sentado bien entre los comerciantes que ya empiezan a idear nuevas estrategias de venta que les permitan sostener sus negocios.

La palabra que más se repite entre los gerentes y trabajadores del sector comercial en Yecla es ‘incertidumbre’. Tras una campaña de rebajas atípica, y con mucha menos afluencia de lo normal, temen perder la inversión que han realizado por no poder llegar a los mínimos de venta que necesitan para subsistir. La alta tasa de incidencia y el número de confinados en el municipio, cerca de 5.000 actualmente, deja las calles más comerciales del centro prácticamente vacías. No hay ambiente de compras desde hace semanas, y la nueva normativa les empuja a tener que buscar nuevos métodos que les permitan hacer negocio.

La Asociación de Comerciantes de Yecla (ASOCOMY), junto al ayuntamiento, han puesto en marcha una campaña para incentivar otros modelos de negocio. Durante todos estos meses de pandemia, han sido muchos los negocios que han creado páginas web para poder ofrecer sus servicios fuera de los horarios permitidos y a pesar del aislamiento de miles de yeclanos. A través de las webs, o incluso mediante Whatsapp, los consumidores pueden realizar encargos en aquellas tiendas que además ofrecen servicio a domicilio.

Otra de las ideas puestas en marcha es la creación de un horario común que, según el presidente de ASOCOMY, Adrián Soriano, “muchos comercios van a seguir”. De 10.00 a 14.00 por las mañanas y de 16.00 a 18.00 por las tardes. Incluso hay quien ha pensado en no cerrar a medio día. Aún así, no creen que se puedan suplir las pérdidas que van a tener los negocios durante el tiempo que dure la normativa de cerrar a las seis de la tarde: “Yecla es un pueblo de costumbres e industrial. Aquí la mayoría de las fábricas cierra a partir de las siete de la tarde”, relata Adrián Soriano, para quien es prácticamente imposible cubrir con el nuevo horario la demanda que van a perder de los miles de vecinos de la localidad que trabajan en fábricas de Yecla.

La preocupación es todavía mayor para aquellas tiendas que tienen varios trabajadores en plantilla. Esperan que esta nueva medida no se extienda en el tiempo, y poder afrontar con optimismo la campaña de comuniones que comienza este mes de febrero.