Esther Clavero, alcaldesa de Molina, no se plantea dimitir tras dar a conocer que se puso la pasada semana la vacuna contra el coronavirus en un centro de salud de Molina de Segura. «No tiene absolutamente nada que ver con lo que pueda haber hecho Villegas», defiende, porque ella fue llamada para ponerse la primera dosis. «No quiero parar mi actividad porque me encuentro bien aunque tenga mis defensas bajas. Que yo sea la cabeza de turco o la moneda de cambio porque Villegas haya dimitido no me parece justo».

La regidora anunció este miércoles que había recibido la vacuna hace unos días «por ser paciente oncológica de alto riesgo y con una alta exposición social y no por ostentar un cargo público». Clavero explicó que fue citada «por prescripción facultativa en horario de atención al público, junto a otros ciudadanos» y que le fue administrada la primera dosis de la vacuna en uno de los centros de salud del municipio, hecho que de momento está fuera del protocolo del Ministerio de Sanidad acordado entre las distintas comunidades autónomas y los técnicos del departamento que dirige Salvador Illa.

Fuentes del Ministerio de Sanidad confirmaron que esta opción todavía no se contempla y que en estos momentos se debe seguir con la campaña de vacunación en los grupos priorizados (personal de residencias, centros de personas con discapacidad y sanitarios). Además, desde la Consejería de Salud también indicaron que por el momento «no se ha comenzado a vacunar pacientes. Solo residentes y personal sanitario».

También José Gómez, facultativo murciano y presidente de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) en Murcia dejó tajantemente claro que «un médico no puede pedir la vacuna para un determinado paciente». «Eso es falso. Los médicos no lo podríamos hacer porque discriminaríamos a los pacientes según nuestros intereses», recalca.

La regidora presentó un informe elaborado por el coordinador del centro de salud Antonio García de Molina en el que se deja constancia que Clavero tiene «un historial oncológico reciente», por lo que se «creyó conveniente hacerla vacunar basándose en su patología oncológica de alto riesgo, cuyo tratamiento quimio y radioterápico concluyó recientemente»; además de la «nueva aparición de síntomas compatibles con posible recidiva de su proceso patológico, así como la alta exposición a medios y reuniones diarias». En el documento se detalla también que fue citada por el servicio de Enfermería del centro de salud, junto a cuatro usuarios más».

«Si estuviese en el ámbito privado estaría de baja en mi casa, pero estoy ante una exposición social muy alta porque quiero estar al frente de mi responsabilidad. Me citaron, me llamaron para vacunarme junto a otros ciudadanos como paciente oncológica, no como alcaldesa».

«Lo que me duele es que se intente atacar o blanquear lo que ha hecho el Gobierno regional atacándome a mí, accediendo a mi expediente clínico y por una cuestión que pertenece al ámbito totalmente privado y de mi salud. Me parece terrible que nos hayan investigado, porque además me consta que se preguntó al Servicio Murciano de Salud y que dio la autorización. Jamás en mi vida he hecho nada que no se pueda hacer».