Han sido necesarios diez años de arduo trabajo, y por fin el sueño se ha hecho realidad. Los Caballos del Vino de Caravaca. La noticia se hizo esperar, ya que el comité dejó sin resolver varios expedientes programados para ayer y finalmente se daba el visto bueno a la candidatura. La emoción entre los miembros del Bando, responsables de la candidatura, así como concejales y alcaldes ha estado visible durante toda la mañana.

La decimoquinta reunión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial se está celebrando de manera telemática, debido a la situación sanitaria que vivimos.

En esta ocasión los miembros del Comité son 22 países: Arabia Saudita, Azarbaiyán, Botswana, Brasil, Camerún, Chequia, China, Côted'Ivoire, Djibuti, Jamaica, Japón, Kazajstán, Kuwait, Marruecos, PaísesBajos, Panamá, Perú, Polonia, República de Corea, Ruanda, Sri Lanka, Suecia, Suiza y Togo.

Junto a la candidatura de los Caballos del Vino se dictaminan otros 41 expedientes de numerosos puntos del Mundo, que optan formar parte de la Lista Representativa.

En relación a la candidatura, el alcalde de Caravaca, José Francisco García ha destacado que "los Caballos del Vino son leyenda e historia, rivalidad y comunión, compromiso y fiesta, pasión y folklore, tradición y futuro, arte y épica, fuerza y belleza dentro de una celebración que aglutina tantas disciplinas y oficios y con tanta dedicación que es capaz de sincronizar los corazones de un pueblo unido".

Asimismo, ha dicho que "la mañana del 2 de mayo es un auténtico espectáculo para los sentidos. Una acuarela visual que no deja indiferente a nadie".

José Francisco García ha argumentado que "la fiesta ha sabido evolucionar y adaptarse a las circunstancias, pero manteniendo siempre su esencia más pura y su fidelidad al origen, con una tradición que se ha transmitido en el tiempo, uniendo a los que se fueron con los vivos y a estos con los que están por venir. Una cadena que no sólo ha conservado el festejo, sino que lo ha ido enriqueciendo y dándole impulso". En este sentido ha afirmado que "por el amor al caballo y a una tierra, estas fiestas son una celebración de hermandad, de cohesión, un bordado de gentes para inmortalizar en un mismo plano, pasado, presente y futuro".

Fue en 2011 cuando el Consejo Nacional de Patrimonio Histórico celebrado en Burgos autorizó que los Caballos del Vino iniciaran la carrera a la declaración de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, comenzándose la redacción de su expediente, que se ha ido adaptando a nuevos requerimientos introducidos por la UNESCO a lo largo de este tiempo. En marzo de 2012 el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte registró el documento para su evaluación en la Secretaría de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Inmaterial (UNESCO, París).

Entre las acciones de impulso a la candidatura llevadas a cabo en los últimos años destaca la puesta en marcha en 2014 de la Casa Museo de los Caballos Vino, situada en pleno casco histórico de la ciudad, en un recuperado inmueble del siglo XVIII. Este espacio muestra la historia y desarrollo del singular festejo a través de una colección de piezas, complementada con imágenes y audiovisuales. El espacio está compuesto por ocho salas donde se refleja la implicación de la ciudad en la fiesta, destacando el valor del trabajo en equipo, la salvaguarda de las tradiciones, el respeto al caballo y la fuerza de la juventud.