El sacerdote murciano Fernando Valera, ya es prelado de la Iglesia Universal, y por tanto discípulo de Cristo en la tierra. Esta mañana tomaba posesión como Obispo de Zamora, ante el Nuncio de su Santidad en España, Bernardito Auza, actuando con también como ordenantes el arzobispo de Valladolid, cardenal Ricardo Blázquez Pérez, y el obispo de Cartagena, José Manuel Lorca Planes. También participaron casi una veintena de Obispos y más de un centenar de sacerdotes de ambas diócesis.

Valera llega a tierras leonesas como problemas muy similares a los que sufre la Región de Murcia, como es la 'España vaciada'. Las tierras zamoranas sufren desde hace décadas el problema de la despoblación. El nuevo Obispo que es el 98 prelado que toma el báculo de pastor en la diócesis es natural de Bullas y se hace cargo de una diócesis con 303 parroquias, repartidas en 7 arciprestazgos, y una curia de 82 sacerdotes en activos y 22 jubilados, también hay 16 congregaciones, 3 institutos seculares y un Seminario Menor. Una labor está última, que conoce muy bien, ya que ha sido director espiritual de los seminarios Mayor y Menor de Murcia, además de profesor del Instituto Teológico de Murcia, centro agregado a la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad de Roma. En la diócesis murciana, también ejercía, antes de ser nombrado Obispo, como director espiritual de la Congregación de Hermanas Misioneras de la Sagrada Familia, miembro del Colegio de Consultores de la Diócesis de Cartagena y canónigo de la Catedral de Murcia.

Durante su homilía, agradeció el nombramiento al papa Francisco, definiendo su diócesis como, «una Iglesia significada por muchos templos de estilo Románico; su misterio, su belleza y su sencillez en la línea dibujan con, carácter universal, una fisonomía propia del estilo de Jesús», en este sentido incidió «una Iglesia con raíces profundas, situada en la España recia, fecundada en esperanza. Cuánto os debe la historia de esta nuestra amada España». Tuvo palabras de agradecimiento para sus padres, «que hoy en la comunión de los santos, me acompañan y me recuerdan el camino de la sencillez y el trabajo», asimismo recordó a toda la iglesia murciana.

Antes de finalizar la celebración, el obispo de Zamora se ha dirigido a los presentes. Con palabras emocionadas, Mons. Valera ha dado gracias a Dios por su nuevo ministerio episcopal y por su fe: «Gracias al buen Dios que me ha dado a Jesús, que hoy de nuevo -sin merecimiento alguno-, me ha infundido su Espíritu por medio de la imposición de manos y la oración consacratoria, en este Pentecostés de su gracia. Hoy me vuelve a confirmar en que soy de Jesús. Mi vida le pertenece. Vuelve a decirme: "Permanece en mi amor"».

El nuncio en España, incidió durante su homilía en el ministerio pastoral y las palabras de Cristo a Pedro, «él le tocó el corazón y Pedro se lo abrió». Auza ha manifestado su alegría de poder ser él el que transmitiera el mensaje del Papa Francisco y quien ordenara a Fernando. Valera. Ha pedido a los diocesanos de Zamora que estén unidos a su obispo, «como Cristo lo está a su Iglesia».

Hasta la catedral más antigua de Castillo León se desplazaron fieles de diferentes puntos de la Región, poniendo de manifiesto el buen corazón del nuevo prelado, «hemos venido a vivir un momento histórico, supone una alegría muy grande y más si conoces a Don Fernando, te das cuenta que ha sido una elección muy acertada», incidiendo en que «va a transmitir mucha paz y bien, así que estamos muy contentes». Sus vecinos de Bullas, confesaban tener el 'corazón partió', «los zamoranos se llevan un gran sacerdote para su iglesia, así que nos toca compartir que es un hombre de paz, cercano y de pueblo».

También estuvieron presentes responsables políticos murcianos, como la alcaldesa de Bullas, María Dolores Muñoz, quien puso de manifiesto que se trata de un momento histórico para el municipio, «es un absoluto orgullo, ayer por la tarde pudimos compartir con él un rato con todos los vecinos de Bullas que se han desplazado hasta Zamora, donde compartimos muchas vivencias».