La nieve se dejaba ver este sábado en los puntos de mayor altura de la comarca del Noroeste. Las precipitaciones en forma de ventisca, que se originaron durante la tarde y noche de ayer, viernes, provocaron que algunos de los núcleos diseminados de la zona amanecieran con un manto blanco.

Entre cinco y siete centímetros se acumulaban en las pedanías de Inazares y Los Odres, y entre tres y cinco en la otra cara de la sierra de Revolcadores en Calar de la Santa, Campo de San Juan y El Sabinar, todas localidades que se encuentran dentro del término municipal de Moratalla.

En otros núcleos diseminados de Caravaca de la Cruz, como El Moralejo, la nieve dejaba un ligero manto que se iba perdiendo a lo largo de la mañana. La cota de nieve llegó a bajar hasta cerca de los 800 metros de altitud.

Al igual que sucediera durante la última nevada, el pasado mes de marzo, el blanco elemento no provocaba atascos ni aglomeraciones de gente en busca de un respiró de la gran ciudad. En aquella ocasión España vivía un confinamiento que únicamente permitía a la población salir a la calle para las cosas más imprescindibles: ahora, con el cierre perimetral de los municipios de la Región, únicamente pudieron disfrutar de la nevada los residentes dentro del término municipal.

Aunque no se generaban problemas de tráfico, a primera hora de la mañana la carretera que llega hasta la Inazares estaba totalmente cubierta de nieve. A lo largo de la jornada, voluntarios de Protección Civil de Moratalla fueron vertiendo sal en los accesos a los núcleos diseminados para evitar problemas con la posible formación de placas de hielo.

En el plano agrícola, estas nevadas son muy beneficiosas para el campo, especialmente para el cereal, que ya se encuentra plantado. Por el contrario, complica la situación para los ganaderos de la zona, cuyo ganado se tenía que quedar por la zona de los corrales.

Por contra, los hosteleros de la zona ven totalmente perdido el puente. La limitación de municipios ha provocado que los establecimientos rurales tengan cerrado. En la zona ya se han cancelado las reservas de fuera de la Región de cara a la Navidad, y esperan que, con la posible apertura de libre movimiento, a partir del miércoles, puedan llegar algunas reservas de última hora. En cuanto a los hosteleros, al no poder atender dentro de los establecimientos a los pocos vecinos del pueblo que se pudieran acercar a la zona, dan estos días festivos totalmente por perdidos.