La Audiencia Provincial de Murcia ha condenado a cinco años de prisión a una mujer de nacionalidad brasileña acusada de rociar con sosa cáustica a su marido mientras dormía. Los hechos ocurrieron en mayo de 2018 en la vivienda conyugal, en Archena.

Acusación y Defensa han llegado antes de que comenzara la primera vista del juicio a un acuerdo de conformidad por la que la acusada acepta cinco años de prisión por un delito de lesiones con alevosía y ensañamiento de parentesco, aceptándose el atenuante de reconocimiento tardío.

También se ha condenado a Deijanira N. D. S. a cuatro años, una vez haya abandonado la cárcel, de prohibición de aproximarse a una distancia inferior a 500 metros respecto de José Antonio R. M., su domicilio, su lugar de trabajo o cualquier otro en que se encuentre así como de comunicarse con él por cualquier medio.

Asimismo, la acusada deberá indemnizar a su expareja con 55.936 euros, aunque esta ha dejado entrever durante el juicio que se declarará insolvente al preguntar al juez cómo va a pagar si no tiene dinero.

Deijanira ha confesado ser la autora de los hechos que le imputa la Fiscalía. Sobre las 03:50 horas del día 15 de mayo de 2018, la acusada, tras haber mantenido una discusión con José Antonio, aprovechando que el mismo se encontraba durmiendo, se dirigió a la cocina y, en una cacerola preparó y calentó una mezcla de halita o sal común y carbonato de sodio, vertiendo posteriormente la mezcla en una jarra metálica y dirigiéndose con ésta hacia el dormitorio en el que dormía su esposo. Una vez allí, la acusada derramó la mezcla sobre la cara y el torso de José Antonio, despertando éste por la sensación de quemazón en la piel e intentando correr hacia el baño para echarse agua, impidiéndolo la acusada a la vez que le decía: "Así te vas a quedar muy guapo para las amigas".

En este momento, la acusada vertió por segunda vez la mezcla sobre José Antonio, cubriéndose éste con sus brazos y apenas sin visión, y que en la primera ocasión la mezcla le cayó en los ojos. José Antonio gritaba reiteradamente pidiendo auxilio a los vecinos, consiguiendo llegar a la parte de abajo de la vivienda arrastrándose por las escaleras, y ello mientras la acusada le propinaba puñetazos en la cabeza y patadas en la espalda. Ya en la parte de abajo de la vivienda, la acusada golpeó a su marido con una botella en la cabeza.

En un primer momento, la mujer explicó que aquella noche ella se acostó y, en un momento dado, su esposo la despertó tocándole en el hombro. Ella vio que él portaba una jarra y pensó que iba a golpearla con ella, de ahí que lo empujase, diese un manotazo a la jarra y echase a correr. Además, la mujer afirmó que lleva "años" soportando "palizas" de su esposo, y relataba que nunca lo ha denunciado "por miedo".

Este jueves, Deijanira ha confesado que actuó por despecho, ya que el matrimonio atravesaba por una crisis de pareja, hasta el punto que José Antonio quería abandonar el domicilio conyugal y se encontraba inmerso en una búsqueda activa de pisos de alquiler.