El vecino de Calasparra que murió al precipitarse al vacío desde una altura de 14 metros tras haber apuñalado, presuntamente, a su hijo, estaba muy afectado por la detención de este, efectuada días antes, como supuesto autor de un robo cometido en esta localidad murciana.

Así se recoge en las diligencias instruidas por la Guardia Civil, según ha sabido Efe de fuentes cercanas al caso, que aseguran que fueron varios los miembros de su familia los que revelaron que desde que conoció la noticia de la detención de su hijo estaba muy deprimido.

Las fuentes añadieron que el disgusto que supuso la noticia se unía a la inquietud por una reciente operación de garganta y al desasosiego que le produjo la situación creada por la pandemia de la covid-19.

La investigación llevada a cabo por la Benemérita, han añadido las mismas fuentes, permitió descubrir que antes de caer al vacío desde la terraza del inmueble en el que residía trató de prenderse fuego, presuntamente.

Los agentes llegaron a esa conclusión al observar que el cadáver, hallado en un solar ubicado junto a la casa, presentaba quemaduras en la camiseta, en el pelo y en el pecho.

Además, los investigadores pudieron comprobar que en un trastero ubicado en la terraza aparecía un frasco de alcohol abierto y un mechero, objetos que habría utilizado, supuestamente, para intentar prenderse fuego.

Las investigaciones llevadas a cabo permitieron descubrir en los primeros momentos que fue el hijo malherido el que llamó a su madre, que en esos momentos se encontraba en el mercado, para decirle que volviera con urgencia porque el padre lo había apuñalado y se había dirigido hacia la terraza.

La inspección ocular de la vivienda permitió observar que había numerosas manchas de sangre en las paredes y en el suelo, en varias dependencias, al tiempo que los agentes encontraban un cuchillo de grandes dimensiones que estaba en la cocina y que igualmente tenía restos de sangre.

Este cuchillo se unía a otro de menores dimensiones que los investigadores encontraron junto al cadáver.

El hijo fue atendido en primer lugar en el Hospital Comarcal del Noroeste, en Caravaca de la Cruz, desde el que fue trasladado al Reina Sofía de Murcia, donde encontraron dos heridas abiertas en el tórax, una en la axila izquierda y otra en la espalda, de pronóstico grave.