Cuando descorres el velo a las noticias descubres realidades que nunca quieres que pasen. A pesar de su edad, 108 años, los que queríamos a Juan Rita nunca creímos, a ciencia cierta, que se pudiera morir. No lo deseábamos porque cuando el Tío Juan desapareciera, lo hacía toda una generación de músicos tradicionales que han llevado la alegría de las músicas campesinas a todos los rincones de nuestra geografía y a los corazones de todas las personas que han querido escucharlas.

El Tío Juan Rita, con su ingenio y simpatía, ha sido capaz, él sólo, y a través de sus coplas improvisadas, sus trovos, de que toda una región reconociera que las músicas que brotaban de las manos encallecidas de los campesinos de esta comunidad fueran reconocidas por cualquiera de las personas que componen una sociedad plural, tanto en lo demográfico como en lo cultural y en lo generacional.

El Tío Juan era Aledo, pero también era Barranda. Su vínculo con la Fiesta de las Cuadrillas viene de los años ochenta del siglo XX, por lo tanto, la relación de los Aguilanderos de Barranda con el Tío Juan viene de esa época.

Por la Fiesta de las cuadrillas han pasado generaciones completas de músicos tradicionales, pero sólo unos pocos han dejado huella que permanecerá permanentemente en la historia de casi medio siglo de la Fiesta de las Cuadrillas. Uno de ellos, y con especial relevancia, es, sin duda, la figura, perfectamente reconocible (sombrero negro, traje oscuro, garrota en la mano, sonrisa en la boca y piropo en la mirada), de Juan Rita. Juan Rita llevaba dos años sin poder venir a la fiesta y él bien que lo echaba de menos y la fiesta, y las miles de personas que el último domingo de enero acuden a Barranda también.

El Tío Juan se ha ido, pero permanece debajo del balcón de la María de Amancio, en la plaza del Muelle de Barranda, donde durante décadas ha dejado coplas, sonrisas y amigos para toda una eternidad. Su legado permanece, no sólo en la boca de su nieto artístico Javi y en las notas de la cuadrilla de Aledo sino en el aire de la Fiesta de las Cuadrillas de Barranda que vuela como el polen por las músicas tradicionales españolas, fecundando nuevas generaciones de troveros que volverán a llenar la plaza.

Con la copla de una aguilandera de Barranda, Jennifer Álvarez, hija de otro trovero, el Banana, que tantas controversias troveras y ratos de amistad ha disfrutado junto al Tío Juan, os dejo para demostrar que el Tío Juan Rita sigue viviendo en Barranda:

De los murcianos, abuelo,que hoy tristes lloran y gritan,pues ya no se oye en Aledo«el más grande», el tío «Juan Rita», que ahora trova€Desde el cielo