Los peces, de grandes dimensiones, estaban en la orilla, en descomposición, y fueron retirados por operarios en vehículos, bajo la mirada de los bañistas de la playa del Pudrimel, en La Manga el Mar Menor, en San Javier.

El pasado fin de semana el tiempo estuvo revuelto y llovió algo en la zona. Se investiga si los atunes que han llegado a la orilla son procedentes de una granja de engorde situada frente a la costa.

Las autoridades sanitarias alertan siempre del riesgo que supone el consumo de atunes hallados de esta manera en playas de la Región, dado que no han pasado los controles sanitarios correspondientes. No es la primera vez que pasa algo parecido: después de la DANA del año pasado, aparecieron peces muertos en las playas de La Manga, tras el fortísimo temporal. No hay que comérselos nunca: puede que lleven días muertos en el mar y contengan contaminantes.