Una avería en un ascensor de la estación de tren de La Hoya, en Lorca, hizo que una mujer pasara un muy mal rato en la noche de este miércoles. Isabel García, que sufrió un infarto cerebral recientemente, se quedó encerrada en el ascensor durante una hora. "No es la primera vez que se produce", ha explicado la afectada.

Isabel García, que volvía de realizarse unas pruebas para revisar su estado tras el infarto cerebral, se apeó en la estación de ferrocarril de La Hoya, sobre las 22.00 horas del miércoles, y como otras veces había hecho subió al ascensor que la trasladaría hasta la planta baja del edificio, desde donde suele desplazarse hasta la calle donde la espera su marido.

Sin embargo, el miércoles el ascensor no volvió a abrir sus puertas una vez que la mujer estuvo dentro, lo que provocó la preocupación y nerviosismo de esta, que "ya venía tocada en el viaje", según ha declarado a esta redacción, por la inflamación cerebral que sufre desde que sufrió el infarto.

Isabel García esperó sentada en el ascensor un tiempo que se le hizo eterno. Hasta el lugar del incidente se desplazó una patrulla de la Policía Local de Lorca. Cuando llegaron los agentes no fue necesaria su intervención dado que el alcalde pedáneo de La Hoya, Delfín Díaz Sánchez, que se había desplazado hasta allí informado de la situación, pudo traquetear el ascensor y permitir que abriera sus puertas y pudiera salir a la calle la persona que se encontraba dentro.

No obstante, desde la base de operaciones de la Policía Local de Lorca habían puesto ya el caso en conocimiento de los bomberos que estaban dispuestos para desplazarse hasta La Hoya para rescatar a la afectada, algo que finalmente no ocurrió.

La Policía Local precintó la puerta del ascensor con el objetivo de que nadie pudiera subir al mismo hasta que se procediese a su arreglo y evitar que se repitiera lo sucedido. Sobre las 23.00 horas y una vez rescatada la mujer, hizo acto de presencia en el lugar un técnico de la empresa que se ocupa del mantenimiento de los dos ascensores que hay en la estación de La Hoya quien tomó debida nota para proceder a su arreglo.

Según Isabel García, usuaria habitual de la línea ferroviaria entre Murcia y Lorca, el ascensor ha permanecido inactivo prácticamente durante todo el tiempo que dura la pandemia aunque reconoce que lo arreglaron hace unas semanas.

Según ha podido saber esta redacción, el problema de las continuas averías que se registran en dichos ascensores radica en que cada vez que llueve les cae el agua encima, sobre todo a uno de ellos, lo que resulta muy dañino para la maquinaria. Además, son objeto constante del anidamiento de aves que aprovechan las instalaciones para realizar sus crías previa acumulación de distintos materiales nada beneficiosos para el funcionamiento de los aparatos en cuestión.

Con motivo de las inundaciones que se registraron en septiembre de 2012, el agua se introdujo en la zona de los ascensores que permanecieron clausurados durante varios meses. Sin este medio de transporte son muchas las personas que no pueden acceder hasta la plataforma superior de la estación para subir a los trenes de cercanías, teniéndolo que hacer a través de las escaleras, que no todos los usuarios pueden utilizar.

Los vecinos confían en que, con la nueva remodelación que se pretende llevar a cabo en la estación de La Hoya dentro del proyecto de llegada del Tren de Alta Velocidad a Lorca, se puedan subsanar este tipo de deficiencias que llevan de cabeza a muchos usuarios de la línea de cercanías entre Lorca- Murcia y viceversa.