El Ayuntamiento de Beniel se ha visto arrastrado por las negativas consecuencias que la crisis sanitarias del coronavirus está dejando a su paso, y como ha sucedido en tantos municipios de la Región de Murcia, no ha podido evitar suspender sus fiestas de agosto, en las que la localidad al completo se volcaba en honor a su patrón, San Bartolomé.
La mayoría de actividades y actos previstos para estas jornadas hubiesen supuesto la formación de grandes aglomeraciones, por lo que atendiendo a criterios de responsabilidad y cautela, la única opción era cancelar las fiestas patronales, tal y como se explicó desde el Consistorio: «La prioridad absoluta es proteger a la ciudadanía frente a un virus invisible».
Aún así, el ayuntamiento benielense trabajó para poder ofrecer a sus vecinos una alternativa cultural para este atípico verano, organizando por ejemplo un ciclo de cine al aire libre bajo el nombre 'Noches de verano', en el que se han proyectado películas como Aladdin, Los Increíbles 2 o Bohemian Rhapsody.
24 de agosto, procesión de San Bartolomé
Y es que lamentablemente este año la alegría y los actos populares no inundarán las calles de Beniel durante 3 semanas de festejos y culto. Tres semanas que tienen su punto álgido el día 24 de agosto, cuando se procesiona al patrón San Bartolomé por las calles de la localidad, y que concluyen con la tradicional verbena del Chusco.
Estas fiestas benielenses, cuyo origen se remonta a mediados del Siglo XVIII, siempre han otorgado a los actos religiosos un lugar relevante entre las celebraciones, y si bien es cierto que estas muestras de culto no han perdido protagonismo, la ampliación del número de semanas festivas de una a tres ha conllevado la consolidación de actos lúdicos y de ocio entre los que destacan conciertos, torneos deportivos y degustaciones gastronómicas.
Las fiestas que fueron
Beniel siempre se ha caracterizado por contar con unos festejos en los que tanto vecinos como forasteros se involucran y forman parte activa de las actividades y actos que se llevan a cabo durante las tres semanas de agosto en las que se enmarcan estas fiestas. Y aunque esta participación sigue siendo tan notable en la actualidad como lo era hace décadas, el tiempo se ha llevado consigo algunas actividades que realmente demandaban una alta interacción entre sus asitentes. Es el claro caso, por supuesto, del mercado de ganado.
A principio sel Siglo XX, las fiestas se convertían en un lugar de negocios gracias a la instalación de un mercado de ganado de dimensiones considerables. No solo en Beniel gozaban estos mercados de un importante arraigo, sino que eran muchas las localidades que también los ofrecían durante sus festejos, aunque el tiempo se ha encargado de borrarlos del mapa poco a poco.
La importancia de este mercado radicaba en el excelente nivel comercial que la villa adquiría gracias a su realización, donde un gran número de de ganaderos se concentraban en casetas para comercializar sus productos, en la matoría de casos relacionados con caballos, cabras y ovejas.
Además, era común en estos mercados la presencia de vendedores de vino y de otros frutos y alimentos típicos de la huerta murciana, destacando las almendras garrapiñadas. Estos mercados de ganado siguieron celebrándose a propósito de las Fiestas de San Bartolomé hasta bien entrados los años 50 del Siglo XX, teniendo su origen varios cientos de años antes.
Que no falte la música en Beniel
Otro de los actos festivos característicos del pasado enmarcado en estas jornadas en el municipio de Beniel era el famoso pasacalle con banda de música, que sobre las 8 de la mañana daba inicio a la semana de fiestas. En este pasacalles también participaban grupos de Gigantes y Cabezudos, que recorrían las calles de la localidad generando un gran ambiente festivo.
También destacaban las tradicionales 'novenas' durante las noches que duraba la semana de fiestas. El sábado anterior a la onomástica de San Bartolomé, se realizaba una ofrenda floral que era acompañada por grupos de coros y danzas y distintas comparsas. Todas las madrugadas de esa semana se producía una alborada de fuegos artificiales a cargo de los llamados 'Catorras', que a día de hoy aún son recordados con mucho cariño por el pueblo de Beniel.
