A la edad de 75 años falleció en Lorca, su ciudad natal, Juan Guirao García, académico de la Real de Alfonso X el Sabio. Técnico de Empresas Turísticas, la actividad profesional en la que destacó, la desarrollaría durante toda su vida en el Archivo Municipal de Lorca, donde actuó como archivero honorario para acceder en 1976 al puesto de encargado del Archivo hasta su jubilación en el año 2010.

En su etapa como archivero, los fondos del municipales se enriquecieron notablemente con los de otras instituciones locales (Notariado, Sindicato de Riegos, Casino de Lorca, etc.), llegando en la actualidad a más de 30.000 unidades de instalación, además de unas completas colecciones de fotografía, prensa y bibliografía de la localidad. Es hoy municipal gracias a su labor, uno de los más completos y ricos archivos públicos de la Región. Pero fue su faceta personal la que le granjeó el reconocimiento de cuantos investigadores pasaron por sus salas. La atención personalizada y afable, sus indicaciones certeras y el trato casi familiar, definieron una manera de actuar bastante singular dentro de un servicio público.

El aprecio que los lorquinos sentían por él se tradujo en multitud de pequeños reconocimientos de los más diversos colectivos y en el Premio Elio, distinción cultural de carácter local que le fue otorgada en 1992. Unos años antes, en 1986, había sido designado académico de número de la Real de Alfonso X el Sabio y en 1988, por acuerdo del Pleno lorquino, se le concedió el título de cronista oficial de la ciudad. Su actividad de divulgación de la historia local la llevó a cabo en innumerables conferencias y con su participación en publicaciones casi siempre colectivas.

De su bibliografía cabe destacar sus importantes aportaciones a la biografía del escritor Ginés Pérez de Hita, en colaboración con su amigo Manuel Muñoz Barberán (dos volúmenes aparecidos en 1975 y 1987) y algunos de sus trabajos más recordados: Vida cultural murciana durante el siglo XVI e inicios del XVII (en Historia de la Región de Murcia), discurso de ingreso en la Academia (Sones, tañidos y clamores en la Lorca renacentista), su participación en Lorca Pasado y Presente (Honra e infamia. Algunos casos del concejo lorquino del siglo XVI) y los artículos de tema local o ligados a la cultura insertos en los libros-homenaje a los académicos Barceló Jiménez y Muñoz Barberán.

Impulsor de los recordados 'Ciclos de temas lorquinos', muchos jóvenes le deben su vocación temprana por una rama del conocimiento que en décadas pasadas encontró valedores tan firmes como la figura de Juan Guirao. Con su pérdida, la ciudad de Lorca queda huérfana de un referente cultural ineludible y de uno de los defensores más acérrimos de su paisaje y sus tradiciones.