Desde la Concejalía de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Bullas se trabaja en el control biológico de la plaga de la procesionaria del pino mediante la instalación de treinta trampas repartidas en Bullas y La Copa en jardines, colegios, avenidas y pinadas como las de 'la Rafa' y 'los Cantos'.

Se han colocado siguiendo las indicaciones técnicas de la empresa que las ha fabricado, tanto en número de trampas, como distancia entre ellas, altura de colocación en los pinos, etc. Este control biológico, consiste en instalar trampas con difusores de feromonas destinadas a la captura de machos de la procesionaria del pino (Thaumetopoea Pityocampa) mediante la técnica de confusión sexual. La duración de estas feromonas es de 200 días.

El objetivo de estas trampas es capturar el mayor número posible de machos adultos de procesionaria, durante el periodo de vuelo que va de mayo a septiembre y así reducir la población de los mismos. Además, la colocación de las trampas permite llevar un conteo mensual de las capturas y, así, tener conocimiento del momento más eficaz para realizar tratamientos fitosanitarios para acabar con los adultos antes de que hagan las puestas y salgan los bolsones. Estos tratamientos se realizan con productos autorizados en la agricultura ecológica (Bacillus Thurigiensis).

Agustín Vicente Madrid, Concejal de Parques y Jardines, señala que "con esta técnica de control biológico mediante trampas con feromonas de confusión sexual, se pretende reducir la población considerablemente, y luego llegar a su desaparición en un periodo de dos o tres años, de una forma totalmente ecológica".

La plaga de la procesionaria puede producir importantes daños en los pinos, pero los más graves son los que producen las larvas, fuertemente alérgicas, llegando a generar un perjuicio en personas y animales.