Molina de Segura contará a partir de octubre con un sistema propio de control de la calidad del aire en el municipio para detectar la presencia de agentes contaminantes que puedan suponer un riesgo para la salud de los habitantes. El Ayuntamiento quiere instalar diez sensores entre el casco urbano, urbanizaciones y pedanías de huerta para controlar los niveles de contaminación atmosférica y de ruido, al igual que detectar dónde se han podido originar focos de polución en tiempo real.

La licitación del proyecto, presupuestado en 50.000 euros, se hizo pública recientemente y desde la concejalía de Medio Ambiente, que dirige el edil Mariano Vicente Albaladejo, señalan que esta red de monitoreo no pretende suplir al Sistema Regional de Vigilancia de la Calidad del Aire de la Región de Murcia que controla la dirección general de Medio Ambiente, sino que será una «red complementaria que nos permitirá tomar decisiones en función de los niveles de contaminación que haya». Sin embargo, el municipio de Molina no cuenta con estación de vigilancia de la calidad del aire que controla la dirección de Medio Ambiente.

Estos 10 equipos, denominados Puntos de Monitoreo Remoto (PMR), deberán incluir cuatro sensores de gas para detectar los niveles de ozono, dióxido de nitrógeno, dióxido de azufre y monóxido de carbono; indicadores de temperatura y humedad; sensores de ruido; controles para medir las partículas contaminantes PM10 y PM 2.5, así como todo el material necesario para seguir a tiempo real el volumen de contaminación atmosférica y acústica.

Albaladejo adelanta que los aparatos que instalará el Ayuntamiento no pretenden «ser tan precisos como lo son los de la red del sistema regional, por lo que tendrán un mayor margen de error», señala. «Los resultados mostrados por estos indicadores permitirán llevar a cabo una nueva planificación urbana», subraya. Dependiendo de los niveles de polución o ruido en un determinado sitio se podrá restringir el tráfico o controlar las quemas agrícolas, ambos importantes focos de contaminación.

Los datos, que abarcarán varias zonas de la ciudad y del municipio, «permitirán observar los parámetros de calidad del aire en cada sitio estratégico, diseñar medidas específicas y más eficaces tanto de tipo preventivo como correctivo, y de gestión de situaciones de alerta».

Dos de estos puntos de monitoreo deben incorporar, además, una estación meteorológica con control de temperatura externa, humedad externa, presión atmosférica, intensidad de lluvia, punto de rocío, precipitaciones a tiempo real y lluvia acumulada, así como la intensidad de esta y velocidad del viento.

Esta acción está enmarcada dentro de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado del Molina de Segura, que cuenta con un presupuesto total de 12.500.000 euros, de los que el 80%, 10.000.000 euros, es financiado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional y el 20% restante, 2.500.000 euros, por el Ayuntamiento, para la realización de actuaciones de desarrollo urbano sostenible e integrado desde su resolución hasta el año 2023.

Triturado de podas agrícolas

El Pleno del Ayuntamiento de Molina aprobó por unanimidad en febrero habilitar un espacio para la recogida y o triturado de las podas agrícolas e instó al Gobierno local a que acabara con las quemas de estos restos vegetales.

A raiz de esa moción aprobada en el pleno, se ha puesto en marcha una mesa de trabajo municipal para elaborar propuestas que ayuden a gestionar el tratamiento de las podas agrícolas o de jardinería. Esa mesa estará compuesta por representantes de los grupos municipales y entidades ciudadanas o profesionales interesados; y contará igualmente con la asistencia de técnicos municipales, de otras administraciones o del sector privado.