Se enfrenta a una multa que puede llegar a alcanzar los 30.000 euros. La Policía Local de Alhama de Murcia ha sancionado a la dueña de una heladería del pueblo por incumplir de forma reiterada las medidas sanitarias obligatorias en la nueva normalidad y por amenazar a los agentes que le comunicaron la sanción, explican fuentes cercanas al caso.

Los agentes obraron pensando en el bien de todos y se encontraron con una actitud agresiva y amenazante. La Policía ya había advertido a la mujer de que era importante que adoptase precauciones para que no se contagiase el coronavirus, pero, al parecer, ella había hecho caso omiso. En el establecimiento en cuestión, por ejemplo, no había botes de hidrogel, aunque es obligatorio tenerlos a disposición de los clientes. Además, algunas personas se apoyaban en la barra sin reparos y, según comprobaron los agentes, la responsable del establecimiento no desinfectaba de forma habitual, como ha de hacerse.

Así las cosas, la Policía procedió a comunicar a la propietaria del local que iban a proponerla para sanción. Tras tener conocimiento de esto, la mujer, en la hora siguiente, llamó hasta cinco veces a la Comisaría. Por teléfono, profirió insultos y amenazas. "Como me denunciéis, os vais a enterar" era de los más suaves.

No solo eso: poco después, se plantó en dependencias policiales, acompañada por una decena de personas, las cuales asediaron a los agentes, afirman testigos presenciales. Dado que la mujer continuaba con su actitud, se tuvo que levantar acta por desórdenes graves en dependencias policiales.

El local permanece abierto, aunque se insistió a la propietaria de que tenía que subsanar las deficiencias. La mujer no ha llegado a ser arrestada.