El Ayuntamiento de Lorca prohibirá el baño este verano en la playa artificial de Coy, la pedanía situada más al norte del municipio, para evitar que el estanque fluvial se convierta en un foco de propagación del coronavirus.

Según la edil de Emergencias, Isabel Casalduero, la decisión ha sido adoptada con el acuerdo de los vecinos ante la dificultad para controlar el aforo, especialmente los fines de semana, y por la imposibilidad de desinfectar espacios comunes.

Casalduero ha explicado que señalado que "se trata de una instalación cuyas aguas se encuentran semi estancadas" en la que no se puede aplicar cloro, por lo que, atendiendo a razones de protección de la salud pública, el consistorio ha optado por su clausura.

La playa artificial, lugar de esparcimiento estival para los habitantes de esta pedanía de interior, ya ha sido balizada y el consistorio está preparando carteles informativos para que todos los vecinos sean conocedores de que no está autorizado el baño y que incluirán las recomendaciones de no utilizar el mobiliario urbano y los elementos comunes.

Por el mismo motivo, el consistorio también ha decidido cerrar este verano las piscinas públicas al aire libre de las pedanías de La Parroquia y Zarcilla de Ramos, también situadas al norte del municipio.

Casalduero ha pedido "comprensión" a todos los vecinos que se verán privados de estas zonas de baño estival y ha apelado al cumplimiento de las normas y a que no se acceda a esas instalaciones.