El Lignum Crucis que se venera y custodia en Caravaca, ha vuelto a cumplir este martes con uno de sus ritos más ancestrales, la bendición de la naturaleza, desde la Capilla de los Conjuros de la Real Basílica-Santuario de la Vera Cruz para orar por el fin de los contagios por coronavirus.

El cronista oficial de la Región de Murcia, José Antonio Melgares, recuerda sobre la ceremonia que «no tiene nada que ver con la magia ni con los sortilegios», se trata de una ceremonia que se celebra en la ciudad desde tiempo inmemorial. Consiste en una oración, que el sacerdote recita en latín, mientras bendice los cuatro puntos cardinales de la ciudad, del campo y de las tierras que lo circundan. Una oración que en latín comienza diciendo «Ecce Lignum crucis fugite partes abversae», es decir «he aquí el leño de la cruz, huir tempestades malignas».

Al mismo tiempo, todas todas las campanas de Caravaca de la Cruz llamaban a la oración, ya que habían pedido previamente a los fieles de la Vera Cruz que, desde sus casas, rezasen un credo. Además, el rector de la Basílica, Emilio Andrés, había pedido a todos sus hermanos sacerdotes de la diócesis que se univeran a esta iniciativa para rezar además por enfermos por el coronavirus.

No es la única propuesta que ha salido entre los fieles. Desde Abarán, colectivos como las hermandades pasionarias, el grupo del Prendimiento y la Bocina y otros muchos se han unido para impulsar una rogativa comunitaria que se realizará el jueves, día de San José, a partir de las nueve de la noche. Según ha informado José Gil, del Centro de Estudios Abaraneros en Radio Abarán, será una oración a los Santos Médicos, San Cosme y San Damián.

El acto comenzaría sobre las nueve menos cuarto con un volteo de campanas desde la iglesia de los Santos Médicos. A las nueve menos cinco se anunciaría el acto y, a continación, el sacerdote leerá la rogativa a través de Radio Abarán para que los fieles puedan seguirla y unirse a ella. Gil también ha pedido salir a los balcones con una vela, manterolas de los Santos Médicos y, cuando acabe la rogativa, habrá un nuevo volteo de campanas.