Ocurría sobre la una menos cuarto de la madrugada, en un bar de San Javier en el que la Policía Local tuvo conocimiento de que había un hombre borracho y amenazando a la gente.

Una patrulla se movilizó al establecimiento, ubicado en la avenida Pinatar, y allí encontraron al sujeto, quien, ante la presencia policial, empezó a gritar y a amenazar a los agentes y a los clientes, a quienes dijo, de nuevo, que iba a golpearles.

El individuo, que responde a las iniciales I. B., estaba muy agresivo, así que los agentes lo sacaron del bar, pese a que él se resistió e intentó golpear a uno de los policías. En ese mometo lo esposaron, mientras él siguió gritando: amenazó a los agentes con pegarles dos tiros y cortarles el cuello.

Cuando lo metieron en el vehículo policial, el sujeto, vecino de San Javier, se dedicó a dar cabezazos contra la puerta del coche, con el fin, presumiblemente, de autolesionarse y decir que la policía le había agredido.

Se da la circunstancia de que la misma tarde, sobre las nueve menos veinte, el mismo individuo había participado en una pelea, también en la localidad, durante la cual había llegado a volcar un contenedor.

Una vez en dependencias policiales, de noche, el sospechoso siguió diciendo a uno de los policías que lo arrestaron que le iba a pegar dos tiros y varias puñaladas en el cuello, entre otras cosas.

El individuo y las diligencias fueron llevados al cuartel de la Benemérita, en Santiago de la Ribera, para ser puesto a disposición judicial.