Agentes de la Guardia Civil de Murcia en colaboración con la Policía Local de Lorca y de la Guardia Civil de Alicante, han detenido en la A-7 en Crevillente (Alicante) a dos hombres de nacionalidad española y holandesa, de 58 y 72 años, con una decena de armas de fuego ilegales y 23 kilogramos de droga, informa la Benemérita.

La operación policial denominada 'Cuerda' para esclarecer un posible caso de tráfico de armas de fuego se ha saldado con la detención de estas dos personas como presuntas autoras de los delitos de tenencia ilícita de armas, tenencia o depósito de munición y tráfico de drogas, siendo arrestados in fraganti por agentes de la Guardia Civil de Alicante en la citada autovía viajando en un turismo en el que se hallaron veinte kilogramos de marihuana y 3 de hachís.

En los registros practicados en dos viviendas de Murcia y de Lorca se han incautado además siete armas de fuego cortas, tres escopetas recortadas, cinco armas de aire comprimido, 300 cartuchos de munición de distinto calibre y piezas libres de otras armas cortas, varias dosis de marihuana, MDMA y éxtasis.

La investigación se inició en septiembre del pasado año, cuando la Benemérita tuvo conocimiento de que un vecino de Lorca podía estar dedicándose a la modificación de armas inhabilitadas, detonadoras o simuladas, para venderlas en el mercado ilícito, así como que esta misma persona podría haber diversificado su actividad delictiva con el tráfico de sustancias estupefacientes.

El sospechoso contaba con antecedentes policiales y tenía conocimientos como tornero, lo que le podría permitir modificar o habilitar, tanto armas de fuego detonadoras, como inutilizadas para convertirlas en armas de fuego real.

Los numerosos dispositivos policiales establecidos en torno a este primer sospechoso lo relacionaban con otro individuo, de nacionalidad holandesa, presuntamente vinculado con la trama delictiva investigada.

Según se desprende de la investigación, los ahora detenidos habían establecido, presuntamente, un entramado delictivo dirigido, principalmente, a la fabricación de armas de fuego a partir de armas inutilizadas o detonadoras (de fogueo).

Durante los meses que ha durado la investigación, la Guardia Civil ha verificado que los ahora detenidos adoptaban múltiples medidas de seguridad y contra-vigilancia para dificultar la acción policial.

Los arrestados, las diligencias instruidas y las armas, la droga, el dinero y los efectos intervenidos han sido puestos a disposición de las autoridades judiciales competentes, que han decretado el ingreso en prisión de los detenidos. La operación continúa abierta, por lo que no se descartan nuevas detenciones.