Los médicos llevan semanas alertando de que más rápido que el coronavirus se está propagando el miedo y con él las reacciones xenófobas hacia la población de origen asiático.

Eso es precisamente lo que ocurrió este jueves en Totana, donde un hombre, Andrés López, envió varios audios a través de una conocida red social en los que alertaba de que la mujer del dueño de un comercio chino de la localidad había regresado la semana anterior de Wuhan, de donde él aseguraba que era ella. Además, insistía en que estaba en cuarentena y pedía a los vecinos de Totana que no fueran a los comercios chinos del municipio: "La mujer de Yaki la ha liado que te cagas y está en su casa en cuarentena. Pido que nadie vaya a esa tienda y evitar en lo posible ir a las tiendas de los chinos".

Andrés López, agricultor de profesión, iba en las listas del PP en los anteriores comicios, aunque no salió elegido concejal.

Otro vecino de la localidad respondió a estas acusaciones asegurando que la mujer había vuelto esa misma semana, no la anterior, de China, pero no de Wuhan y añadió que "se ha puesto en cuarentena voluntaria", no porque tuviera síntomas o estuviera afectada por coronavirus. Además, advirtió a Andrés López de que lo denunciaría ante la Guardia Civil.

Horas más tarde, el autor de los mensajes alarmistas tuvo que comparecer públicamente para pedir disculpas por haber tenido unos comentarios "desafortunados, improcedentes y falsos". "He dicho en un whatsapp privado que me había llegado la noticia de que la mujer estaba en cuarentena en su domicilio y he dicho que no vayan a su tienda ni a comercios de la comunidad china sin tener ninguna mala intención por mi parte".

"Ha sido un mensaje que he enviado por privado y ha corrido como la pólvora, por eso quería disculparme. Pido perdón a Yaki y a todos los chinos de las tiendas de Totana. No tenía mala intención. Ha sido una noticia falsa por mi parte y yo no quería perjudicar a nadie", ha concluido Andrés López.

El propio Yaki, que acompañaba a Andrés López en la rueda de prensa, aceptó sus disculpas y explicó que él estaba trabajando en la tienda cuando sus vecinos le avisaron de los mensajes que se habían mandado. "Mi mujer vive a 1.000 kilómetros de Wuhan. Está muy bien de salud y esto está haciendo daño a mis hijos, a mi familia y a mi negocio. Quiero saber por qué se está haciendo daño a la comunidad china. Estamos todos bien". Además, ha querido lanzar un mensaje de tranquilidad a los vecinos de Totana sobre el coronavirus y el estado de salud de los ciudadanos de origen chino que viven en la localidad.

Los comentarios en redes sociales no se han hecho esperar y muchos vecinos han mostrado su apoyo a la comunidad china de Totana y han criticado las actitudes racistas.