El pasado fin de semana en el Instituto José Luis Castillo Puche de Yecla, parte de la fachada del pabellón principal se desprendió, cayendo en una de las marquesinas, una zona frecuentada por alumnos y profesores. La casualidad ha querido que el suceso se produjese en horario no lectivo, por lo que ninguna persona ha resultado herida.

Como medida preventiva, el Ayuntamiento ha instalado un vallado para que nadie pueda pasar cerca de la zona donde se produjo el desprendimiento. Ayer, según cuenta la concejal de Educación, Remedios Lajara, técnicos de la Consejería de Educación y del Ayuntamiento de Yecla visitaron el lugar para hacer una primera revisión ocular del siniestro. Los técnicos evaluaron el riesgo de desprendimiento tanto de esa zona como de las fachadas de otros pabellones, determinando que no existe riesgo alguno para los alumnos ni los profesores, a pesar de que no se han dilucidado las causas del desprendimiento.

El suceso no ha sido una sorpresa. El pasado mes de enero apareció una grieta en la misma fachada que ha caído. Así lo comunicó el pasado 30 de enero el propio Centro a la Consejería de Educación, que prometió enviar una visita de inspección que no se ha producido hasta ayer, después de la caída del muro.

Desde la concejalía de Educación, Lajara ha asegurado que "no existe peligro para los alumnos y el profesorado", y ha hecho un llamamiento a la calma tanto a los padres y madres como a la comunidad educativa. Después de la visita de ayer, la Consejería ha puesto en marcha el papeleo para iniciar una obra de urgencia a fin de solucionar el gran desperfecto que ha dejado el desprendimiento, que por suerte no ha producido daños personales.

En agosto de 2018 ocurrió un suceso parecido en Yecla. Tras una fuerte tormenta, parte de una pared del edificio del colegio San José de Calasanz, construido hacía tan solo diez años, quedó desprendida y cayó al suelo. El suceso también ocurrió cuando el centro se encontraba cerrado, por lo que no hubo que lamentar daños personales.