Ocurría a la salida de una discoteca de Águilas, sobre las cinco de la mañana. Un sujeto ha sido condenado a pasar un año en prisión por intentar violar a su cuñada en los alrededores del centro de ocio. El Juzgado de Lorca que dictó la sentencia consideró como atenuante el hecho de que el individuo fuese borracho.

Tal y como se lee en el relato de hechos probados, víctima y agresor se vieron dentro de la discoteca, tras lo cual "salieron del establecimiento para hablar y se dirigieron hasta un concesionario de vehículos próximo, donde, tras sentarse los dos en el suelo detrás de un vehículo, iniciaron una conversación, en la que el acusado le dijo que sabía que sabía que ella no le quería y que él tampoco a ella, abalanzándose y colocándose sobre ella, a continuación, tocándole, con ánimo libidinoso, los pechos y los glúteos e intentando bajarle los pantalones leggins que vestía, mientras ella le rechazaba empujándole e intentaba subírselos".

La mujer intentó escapar, pero fue "agarrada por el acusado de las axilas y arrojada, nuevamente, al suelo por aquél, donde la arrastró y la cogió por las muñecas a la fuerza, diciéndole que no la iba a soltar porque lo iba a contar todo, negándolo ella y consiguiendo que la soltase, recriminándole ella por lo ocurrido, al tiempo que le propinaba un puñetazo y abandonaba corriendo el lugar en dirección a la discoteca".

A consecuencia de la agresió, la mujer sufrió un hematoma en antebrazo derecho que precisó para su curación una sola asistencia facultativa, así como, siete días no impeditivos de sus ocupaciones habituales.

El individuo fue condenado por un delito de agresión sexual e interpuso un recurso ante la Audiencia Provincial. Alega el sujeto que ella iba ebria, que él la sacó de la discoteca para hablar y que fue su cuñada quien "se sintió rechazada" y le pegó. Que luego ella volvió a la discoteca descalza y llorando.

"No resultando probado que la denunciante sufriera algún tipo de trastorno de la personalidad (como por ejemplo con rasgos exhibicionistas), nos resulta realmente difícil admitir que una mujer va a denunciar la existencia de una agresión sexual con tocamientos incontenidos por parte de su cuñado, con toda la carga personal que ello supone de exposición pública de su intimidad, por el simple hecho de castigar a quien no ha querido tener relaciones con ella (o porque le cae mal) o para evitar que este la deje mal ante su hermana", subraya la Audiencia Provincial en su sentencia, en la que desestima el recurso.

"Analizada la prueba practicada, compartimos con la juez a quo que no se acreditan motivos por los cuales la denunciante pudiese haber querido imputar falsamente ese delito y es una cuestión previa que debería haber

acreditado la defensa a la hora de sostener sus tesis", añade.